Acumulaba experiencia y reconocimiento internacional en el sector gastronómico. Fue propietario del restaurante Ottavio en Walnut Creek. Ocupó el cargo de chef ejecutivo en el emblemático Rose Pistola de San Francisco, donde se especializó en cocina regional italiana de autor, pero de la noche a la mañana Valentino Luchin decidió convertirse en ladrón hasta ser detenido en San Francisco.
Gracias a la rápida colaboración ciudadana y de programas locales y luego de implementar una operación de arresto que culminó sin contratiempos, la policía finalmente pudo finalmente arrestar a Valentino Luchin, quien tenía antecedentes de ladrón en 2018. Actualmente el chef permanece detenido en la cárcel del condado de San Francisco, donde se le fijó una fianza de 200 mil dólares acusado de dos cargos.
¿Quién es Valentino Luchin, el chef que se convirtió en ladrón?
La “capacidad de diseño de menús y gestión culinaria” situó a Valentino Luchin como una figura respetada hasta el cierre de su restaurante en 2016 por dificultades financieras, de acuerdo con la plataforma Take a Chef, luego de lo cual fue detenido por ladrón en 2018 porque “hemos tenido muchas dificultades económicas y tengo una familia. No fue algo que planeara ni que quisiera convertir en una forma de vida”, reconoció en aquel entonces.
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Mientras se encontraba en el centro de detención de Martínez en 2018, en declaraciones a la estación KGO, filial de ABC News, Luchin admitió haber robado una sucursal de Citibank en Orinda, California, del que escapó con más de 15 mil dólares y fue capturado tres horas después en el estacionamiento de un club atlético en Lafayette. La policía de Orinda señaló que el objeto utilizado en el robo “fue descrito luego como una pistola de aire tipo BB gun”.
Por estos cargos lo arrestaron en 2025
El chef de prestigio en San Francisco fue arrestado el pasado 10 de septiembre como sospechoso de robar tres bancos en una misma jornada. De acuerdo con la policía de San Francisco (SFPD), a sus 62 años irrumpió en tres sucursales de bancos ubicados en el Central District y exigió dinero a los empleados mediante el uso de cartas manuscritas.
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El primer asalto ocurrió cerca de las 12:00 en una sucursal del barrio de Chinatown, donde habría entregado una nota a la cajera solicitando efectivo y ella accedió por temor a su seguridad. Tras el robo, huyó con una suma de dinero no revelada. Horas después, las otras dos entidades afectadas presentaron un modus operandi prácticamente idéntico en la misma área.