Si tu primera cita en Coyoacán terminó en desastre, no te preocupes: no fuiste tú, ni tu pareja... fue una maldición.
Así es, una leyenda urbana ha tomado fuerza en redes sociales, y asegura que las parejas que eligen este icónico lugar del sur de la Ciudad de México para su primer encuentro amoroso están destinadas al fracaso. Si no quieres ser una más de las víctimas, sigue leyendo.
La maldición de Coyoacán: más común de lo que parece
La llamada maldición de Coyoacán no es nueva, pero en los últimos años se ha vuelto viral. En Twitter, TikTok o Instagram abundan algunos testimonios de personas que relatan cómo, supuestamente, su historia de amor se desmoronó justo después de esa salida romántica entre fuentes, cafés, parques y heladerías.
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A pesar de que este barrio puede parecer el escenario perfecto (es ideal para caminar, tomar un café o subir al tranvía), muchas personas afirman que, tras tener su primera cita en Coyoacán, sus relaciones se fueron a pique.
Desde discusiones inexplicables hasta ser ghosteados sin razón, los patrones se repiten más de lo que uno esperaría.
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Testimonios que alimentan la leyenda
Según lo que se comenta en redes, basta con que la primera o una de las primeras salidas en pareja ocurra en el centro de Coyoacán para que todo termine mal.
Aunque no hay una explicación lógica, cada vez más personas coinciden en que algo pasa en este lugar.
Algunas personas atribuyen el fenómeno al tipo de visitantes que suelen reunirse en la zona, pues aseguran que muchos de ellos tienen un carácter complicado o actitudes altivas, influenciadas por sus intereses culturales o artísticos.
También hay quienes relacionan este infortunio con la llamada maldición del acueducto de Coyoacán, el cual fue construido durante la época en que los mexicas buscaban llevar agua desde esa región hacia el centro de la gran Tenochtitlán.
Se cuenta que Tzutzuma les advirtió sobre los riesgos de hacerlo, ya que esa tierra estaba marcada por una energía negativa. Aun así, decidieron ignorar la advertencia y llevaron a cabo la obra.
Así que, si estás por tener tu primera cita en Coyoacán, piénsalo dos veces. Tal vez evitar ese paseo por el Jardín Centenario sea el primer paso para que tu relación no fracase.