El pollo es una de las carnes más recomendadas para integrar en la dieta de los perros, pues su alto contenido en proteínas de calidad, así como su bajo nivel de grasa en comparación con otras carnes. Pero una de las dudas más comunes entre los dueños de mascotas es si se les puede ofrecer caldo de pollo. Aquí te contamos todo lo que debes saber antes de hacerlo.
De acuerdo con el portal especializado Experto Animal, el caldo de pollo es un alimento apto para los perros siempre que se prepare de forma adecuada.
¿Es bueno que los perros consuman caldo de pollo?
Es importante mencionar que este líquido no debe ser igual al que se prepara normalmente para consumo humano. La razón es por los condimentos como la sal, el ajo o la cebolla, que suelen estar presentes en muchas recetas, son potencialmente dañinos para los perros.
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En especial la cebolla, que puede causar anemia hemolítica en los canes. Por eso, la mejor opción es prepararlo de forma casera y sin ningún tipo de aditivo.
¿Es buena para la dieta canina?
El caldo de pollo no solo hidrata, sino que también puede mezclarse con las croquetas o la comida casera para darles más sabor y textura, lo que lo convierte en una excelente herramienta para estimular el apetito. Algunos tutores incluso lo utilizan como premio o recompensa en pequeñas cantidades.
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Entre los principales beneficios destacan:
- Hidratación extra: Es ideal para perros que beben poca agua, sobre todo durante temporadas de calor o cuando tienen problemas renales o digestivos. También ayuda a reponer líquidos en casos de diarrea o enfermedad.
- Mejora la masticación: Al ablandar el alimento seco, es útil para perros mayores o con problemas dentales, facilitando la ingesta de comida.
- Estimula el apetito: Gracias a su aroma y sabor, puede motivar a comer a perros con poco apetito o convalecientes.
- Aporte nutricional: El caldo contiene vitaminas como A, B6 y C, así como minerales como calcio, hierro y magnesio, que ayudan a mantener la salud general del animal.
¿Cómo prepararlo?
Hacer un caldo de pollo seguro para tu perro es más fácil de lo que parece.
- Solo necesitas huesos carnosos de pollo y zanahoria.
- Coloca los huesos en una olla y cúbrelos con agua.
- Agrega trozos de zanahoria pelada.
- Cocina a fuego bajo durante dos horas (o una si usas olla de presión).
- Desespuma la superficie para eliminar impurezas.
- Cuela el caldo y separa los huesos. Puedes añadir la carne y la zanahoria picada al líquido.
- Es fundamental retirar los huesos antes de servir, ya que podrían astillarse y causar daño. Una vez listo, puedes guardar el caldo en porciones y ofrecérselo a tu perro ocasionalmente.
En resumen, el caldo de pollo es una opción saludable, sabrosa y natural que puedes incluir en la alimentación de tu perro, siempre y cuando se prepare con los cuidados necesarios.