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Si deseas achaparrar tu auto en CDMX, estas son las modificaciones que ameritan infracción

De acuerdo con el artículo 28, fracción XVII, de la Ley de Cultura Cívica de la CDMX, puedes ser acreedor a una multa por estos motivos.

Existen otras alteraciones que sí están expresamente prohibidas en la Ciudad de México.
Existen otras alteraciones que sí están expresamente prohibidas en la Ciudad de México.Créditos: Freepik
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Si vives en la Ciudad de México y estás pensando en reducir la altura de tu auto, probablemente te preguntes si es legal hacerlo. La respuesta es sí, pero con ciertas condiciones. Aunque el Reglamento de Tránsito de la CDMX no prohíbe explícitamente la modificación de la suspensión para disminuir la altura del vehículo, esto no significa que puedas hacerlo sin consecuencias.

¿Cuáles son las infracciones por achaparrar tu auto?

Uno de los principales riesgos de achaparrar un auto es el posible daño a la infraestructura pública. Si tu vehículo, debido a su altura reducida, golpea el pavimento con el chasis o cualquier otra parte de la carrocería, podrías ser sancionado.

De acuerdo con el artículo 28, fracción XVII, de la Ley de Cultura Cívica de la CDMX, causar daño a bienes públicos o privados con un automóvil puede derivar en una multa que va desde los 53 mil 175.80 hasta los 92 mil 774.80 pesos, dependiendo del reporte del daño ocasionado.

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Modificaciones vehiculares prohibidas en CDMX

Si bien modificar la suspensión para reducir la altura del auto no es un delito en sí, existen otras alteraciones que sí están expresamente prohibidas en la Ciudad de México. El artículo 43 del Reglamento de Tránsito establece una serie de modificaciones que pueden acarrear multas:

  • Uso de neumáticos metálicos o bandas de oruga que puedan causar daños al pavimento.
  • Faros deslumbrantes que no cumplan con las normas oficiales.
  • Luces de neón o porta placas que dificulten la visibilidad de la matrícula.
  • Sistemas antirradares o detectores de velocidad, ya que interfieren con el monitoreo de tránsito.
  • Modificaciones al sistema de escape que generen ruidos excesivos.
  • Uso de claxons diferentes a los de fábrica, que emitan sonidos fuera de lo permitido.
  • Polarizados superiores al 20%, salvo en casos médicamente justificados.

Las sanciones por estas modificaciones pueden variar entre 10 y 50 veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA) vigente, lo que equivale a multas que oscilan entre mil 131.40 y 5 mil 657 pesos, dependiendo de la infracción.

Antes de realizar cualquier alteración en tu vehículo, es fundamental revisar el Reglamento de Tránsito vigente y evaluar los riesgos.

Aunque achaparrar un auto no está prohibido de manera explícita, podrías verte involucrado en sanciones si dañas la vía pública o si la modificación afecta la seguridad del vehículo.