Un bebé de un año fue atacado brutalmente por un pitbull sin correa, provocando una intervención desesperada de testigos que evitó una tragedia mayor. El caso reaviva el debate sobre la seguridad y las responsabilidades de los dueños de perros potencialmente peligrosos.
Un tranquilo domingo por la mañana en una de las esquinas más concurridas de Nueva York se transformó en una escena de terror. Alrededor de las 11:10 a.m. del 24 de diciembre de 2025, en la intersección de la Calle 13 Este y Broadway, frente a un banco en Union Square, un pitbull sin correa atacó a un bebé de apenas un año.
El animal, identificado posteriormente como Disco Bubba, se aferró con su mandíbula a la pierna izquierda del menor y se negó a soltarlo. La madre del niño, visiblemente desesperada, suplicaba a gritos que alguien llamara al 911, mientras varios transeúntes presenciaban la impactante escena a plena luz del día.
Te podría interesar
Así fue el ataque del Pitbull a un bebé y el rescate en video
Los dramáticos momentos del ataque, captados en video por testigos y difundidos ampliamente en redes sociales, muestran la ferocidad del ataque y la desesperación de la respuesta.
El perro, que no llevaba correa, se lanza y sujeta con fuerza la pierna del bebé, que iba en brazos de su padre.
Te podría interesar
La intervención ciudadana fue clave y extrema: varios hombres se abalanzaron para liberar al niño. Uno comenzó a patear repetidamente al perro, otro aplicó una llave de cabeza (headlock), y el dueño tiraba de una correa sin éxito.
Finalmente, fue la acción de un testigo que sujetó al animal por los genitales desde atrás lo que logró que soltara su presa. El niño sufrió múltiples laceraciones y un corte profundo en la pierna, con testigos reportando "un agujero en su pierna". Fue trasladado de urgencia al hospital Bellevue, donde se reportó en condición estable. Aunque otras versiones aseguran que solo logró morderle la ropa.
¿Qué pasará con el Pitbull y su dueño?
Tras el ataque, un elemento ha generado especial controversia: la policía confirmó que, hasta el momento, el dueño del perro no enfrenta cargos criminales. Las autoridades señalaron que el padre del menor explicó que, al levantar al niño, su pierna se balanceó frente al hocico del perro, lo que pudo desencadenar la mordida.
Sin embargo, la policía también confirmó una violación clara: el perro no llevaba correa, infringiendo las normas de control de mascotas de la ciudad de Nueva York. A pesar de esta infracción y de la gravedad de las lesiones, no se ha anunciado acción legal alguna contra el propietario. El tío del bebé declaró que la familia buscará otras vías, como intentar que el perro sea sacrificado.
El ataque de ataque de este pitbull a un bebé en Union Square es un recordatorio escalofriante de cómo un momento de distracción o una norma incumplida pueden tener consecuencias devastadoras en espacios públicos. El hecho de que un perro potencialmente peligroso estuviera sin correa en una zona de altísima concurrencia representa una falla grave en la tenencia responsable.
