La comunidad de Tullahoma, Tennessee, está de luto, luego de que un abuelo de 50 años y su nieta, una bebé de apenas tres meses de nacida, fueron hallados muertos en su vivienda tras un ataque de siete pitbulls pertenecientes a la propia familia, por lo que las autoridades ya investigan el caso.
El caso de la muerte de James Alexander Smith, abuelo de 50 años y su nieta de tan solo tres meses de edad, quienes fueron encontrados muertos en el interior de su vivienda tras un ataque atribuido a los siete pitbulls que pertenecían a la propia familia, ya fue tomado por el fiscal general del decimocuarto Distrito Judicial, Craig Northcott, quien calificó el caso como “una escena especialmente difícil y brutal”.
Vecinos le temían a los pitbulls del abuelo y su nieta
En el vecindario los pitbulls del abuelo y su nieta, quienes fueron hallados muertos, eran conocidos por su agresividad, según relataron varios residentes, uno de los cuales incluso aseguró que la misma jauría había matado a su gato apenas una semana antes y que había visto a los animales atacar a otras mascotas.
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Otra vecina indicó que la madre de la pequeña gritaba: “¡Mi bebé!”, mientras los equipos de emergencia ingresaban a la vivienda, que describió como llena de escombros. “Los perros constantemente se escapaban del patio y atacaban a otras mascotas. Los vi agresivos con los animales. Nunca pensé que le harían esto a un niño”, afirmó.
La policía tuvo que matar a los siete pitbulls
El miércoles por la tarde la policía respondió a una llamada de emergencia y, al llegar, los agentes tuvieron que matar a algunos perros para poder ingresar y alcanzar a las víctimas. Cuando finalmente lograron entrar, la bebé aún estaba siendo atacada por los animales, aunque ya había fallecido. Smith fue hallado sin vida dentro de la vivienda, por lo que los investigadores tratan de establecer si ambos murieron como consecuencia directa de las heridas o si ya estaban muertos antes del ataque de los animales.
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Así va la investigación por el ataque de los perros
El fiscal general Northcott informó que se revisan posibles antecedentes relacionados con el Departamento de Servicios Infantiles, así como el historial de agresiones de los animales, pues las autoridades buscan determinar si había alertas previas que pudieron haber prevenido la tragedia. Los perros que sobrevivieron fueron puestos bajo custodia del Control de Animales de Tullahoma, mientras se evalua su destino.