Aunque en las relaciones de pareja nada está escrito, la ciencia ha ofrecido una respuesta que ha capturado la atención de los enamorados durante años: la edad en la que somos más propensos a la infidelidad. Ahora, un grupo de investigadores se ha embarcado en la tarea de arrojar luz sobre este tema.
Anteriormente, se creía que la mayoría de las infidelidades ocurrían durante la adolescencia, pero una investigación reciente de la Universidad de New Hampshire ha desafiado esta creencia. Según este estudio, las probabilidades de ser infiel aumentan a medida que se avanza en edad. Esta revelación contradice las suposiciones previas y plantea nuevas preguntas sobre los patrones de comportamiento en las relaciones amorosas a lo largo de la vida.
La edad en la que se dan más infidelidades.
De acuerdo con los investigadores, los hombres mayores de 55 años y las mujeres mayores de 45 años muestran una propensión significativamente mayor a engañar a sus parejas en comparación con las parejas más jóvenes.
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Aunque las estadísticas revelan que el número de parejas que han participado en relaciones extramatrimoniales ha permanecido constante a lo largo de los años, este estudio destaca una diferencia sorprendente en relación con la edad, según afirmaron los investigadores. Esta disparidad plantea interrogantes sobre los factores que pueden influir en el comportamiento de las personas en diferentes etapas de la vida y cómo evoluciona la dinámica de la infidelidad a lo largo del tiempo.
Nichole Wolfinger, la autora principal del estudio realizado en la Universidad de Utah, centrado en las infidelidades en América, ha destacado un punto crucial. Según ella, muchas parejas que actualmente tienen entre 50 y 60 años contrajeron matrimonio en sus veinte o treinta años. Este hecho sugiere que la dinámica de los matrimonios largos y las crisis típicas de la mediana edad podrían estar influyendo en el aumento de comportamientos infieles en esta franja de edad.
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Además de lo anterior, otro estudio realizado por la Universidad de Nueva York arrojó una revelación adicional. Según este estudio, la tendencia a la infidelidad aumenta a medida que transcurren los años, especialmente al final de cada década de vida, es decir, a los 29, 39 o 49 años, en comparación con otros momentos de la vida. Esta observación sugiere que existen períodos críticos en la vida de una persona donde las tentaciones de la infidelidad pueden ser más fuertes, planteando así nuevas interrogantes sobre los cambios psicológicos y emocionales que ocurren durante estas etapas específicas.