Tras meses de búsqueda, finalmente hallas el departamento perfecto a un precio ideal. Sin embargo, al contactar al anunciante y programar la visita, te solicitan un adelanto de la renta para apartar el lugar, lo que despierta tus sospechas. Pedir dinero antes de ver la propiedad en persona es un fraude inmobiliario común, por lo que es crucial proceder con cautela y verificar la autenticidad del anunciante y la propiedad antes de realizar cualquier pago.
Según la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), cada año se registran pérdidas de 600 millones de pesos debido a estafas en México. Además, en la actualidad, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reporta más de 100,000 carpetas de investigación abiertas relacionadas con este delito.
Sin embargo, existen medidas preventivas que pueden ayudarte a evitar caer en uno de estos fraudes si estás buscando una vivienda, y aquí te presentamos algunas.
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Usuarios inexistentes: Las propiedades que no son reales suelen ser publicadas por agentes inmobiliarios falsos, quienes suelen tomar la información de otros asesores profesionales y duplicarla. Es esencial estar atento a señales como precios demasiado bajos o condiciones poco realistas, y siempre verificar la autenticidad de la información antes de avanzar en cualquier transacción.
Datos de las propiedades incorrectos: A veces, el inmueble sí existe, pero se proporciona información tergiversada o incorrecta, lo que puede confundir a la persona interesada y dificultar la toma de decisiones acerca de su mudanza. Es importante verificar la veracidad de los datos proporcionados y, si es posible, visitar la propiedad en persona para obtener una imagen clara y precisa de lo que se ofrece.
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El atractivo de un precio más bajo: En ocasiones, se oferta un departamento en venta o alquiler a un precio por debajo del que realmente se solicita (generalmente alrededor de un 15% menos que el promedio) para atraer a potenciales inquilinos. Sin embargo, durante el proceso de negociación, se informa que hay varios interesados y se propone un costo más elevado para asegurar la propiedad. En algunos casos, incluso se puede encontrar la misma propiedad publicada con diferentes precios, lo que sugiere prácticas deshonestas y manipuladoras por parte de los vendedores.
Falsificación de documentos: Es común encontrar casos en los que las personas que publican una propiedad presentan escrituras o documentos fraudulentos. Esto ocurre porque el inmueble puede no estar debidamente registrado o no contar con todas las autorizaciones necesarias para su renta o venta. Es crucial verificar la autenticidad de la documentación antes de realizar cualquier transacción inmobiliaria, evitando así posibles problemas legales y asegurando una compra o alquiler seguro y confiable.
Transferencias: Se trata del fraude más frecuente, en el cual un asesor (que en realidad no lo es) solicita pagos por adelantado relacionados con el inmueble antes de la firma del contrato. Es importante tener precaución, ya que en este caso no se incluyen los trámites habituales previos a la firma ni el apartado del departamento, práctica común y permitida. Siempre es recomendable verificar la autenticidad del asesor y del proceso antes de realizar cualquier pago.