El caso de la youtuber, Lauren Hoeve de 28 años, le ha dado la vuelta al mundo, desde que ella misma dio a conocer que se iba a someter a la eutanasia, por todas las enfermedades que la aquejaban.
Con un meme, la creadora de contenido y originaria de Países Bajos, despidió a sus seguidores, quienes mostraron su consternación por el hecho.
Desde noviembre del 2022, Lauren Hoeve, de entonces 27 años abrió su canal para documentar su día a día, y mostrar cómo es vivir con encefalomielitis miálgica intolerancia ortostática en conjunto con autismo, TDAH (Trastorno por déficit de atención con hiperactividad), ARFID (trastorno por evitación o restricción de la ingesta de alimentos), depresión, un trastorno de ansiedad y antecedentes de trauma complejo.
Te podría interesar
“Todo esto en conjunto hace que sea una situación intensamente compleja para mí y quienes me rodean, pero también para mis terapeutas y otras personas proveedores de servicios de salud”; declaró Lauren Hoeve.
Youtuber deja un último mensaje antes de morir
Estas enfermedades le fueron diagnosticadas a la youtuber desde 2019. La joven falleció el pasado 28 de enero tras concluir el proceso.
Te podría interesar
"Este será mi último tweet. Gracias por el cariño a todos. Voy a descansar un poco más y estar con mis seres queridos. Disfruten de un último meme morboso de mi parte”.
Sobre la eutanasia
La eutanasia, también conocida como "muerte digna", es un tema complejo y controversial que genera debate a nivel social, ético y legal. Se define como la acción de provocar intencionalmente la muerte de una persona que padece una enfermedad terminal o irreversible, con el objetivo de aliviar su sufrimiento.
Las parejas que deciden poner fin a su vida con una eutanasia programada para un mismo día y hora suponen un porcentaje pequeño del total de muertes asistidas en Países Bajos, pero su número aumenta y son decenas al año, entre ellas la del ex primer ministro neerlandés Dries van Agt y su mujer, ambos de 93 años.
La muerte inducida por la youtuber Lauren Hoeve a los 28 años, es una muestra de cómo más personas, sin importar su edad, deciden someterse a la eutanasia.