Gracias a la cámara de infrarrojo cercano (NIRCAM) del telescopio espacial James Webb, científicos han logrado obtener una visión sin precedentes del supercúmulo estelar Westerlund 1, ubicado a 12 mil años luz de la Tierra, según informó la Agencia Espacial Europea (ESA).
Cabe mencionar que este cúmulo de estrellas es uno de los más grandes de nuestra galaxia, es objeto de estudio por sus peculiaridades y su papel en la formación de estrellas y planetas.
¿Qué es el Westerlund 1?
Westerlund 1 destaca como un supercúmulo estelar sin análogos conocidos en la Vía Láctea, y alberga cientos de estrellas masivas, algunas hasta 2 mil veces más grandes que el Sol, y posee una masa total equivalente a 63 mil soles, según el portal Space.com.
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Con un diámetro de 6.6 años luz, su densidad y características lo convierten en un laboratorio natural para investigar los procesos estelares que definen la evolución de sistemas planetarios.
Por otro lado, la ESA también resaltó que estos cúmulos no solo son impresionantes por su tamaño, sino que también son clave para comprender cómo se forman nuevas estrellas y planetas a partir del gas y polvo interestelar.
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La formación del Westerlund 1, hace unos 5 millones de años, lo clasifica como un cúmulo joven en términos cósmicos, dado que el universo tiene aproximadamente 13,000 millones de años.
¿Cuál es la imagen captada por el telescopio James Webb?
La reciente imagen captada por el telescopio James Webb revela una densa nube interestelar de gas y polvo dentro y alrededor de Westerlund 1.
Según Mario Giuseppe, investigador del Observatorio Astronómico de Palermo, es improbable que esta nebulosidad sea remanente del material original que dio origen al cúmulo. En cambio, podría tratarse de polvo y gas expulsados por las estrellas más masivas durante sus etapas finales de vida.
Estos datos permitirán a los científicos analizar con mayor detalle los discos estelares y los flujos de luminosidad de supergigantes rojas y hipergigantes amarillas, estrellas que están en fases avanzadas de evolución.
La contribución del telescopio con su capacidad de penetrar las nubes de polvo y capturar imágenes detalladas en el espectro infrarrojo, marca un gran paso en la exploración del universo.
Estudios como este acercan a los astrónomos un paso más a comprender los complejos procesos que dieron forma al cosmos y que, eventualmente, podrían arrojar luz sobre la formación de sistemas planetarios como el nuestro.
El Westerlund 1 captado por el telescopio James Webb continúa deslumbrando no solo por su magnitud, sino por su capacidad de ofrecer respuestas a las preguntas fundamentales sobre el origen y evolución del universo.