Mantener una vida saludable es una de las cuestiones que tienen en cuenta las personas en su día a día. Si bien las frutas, los cereales o los frutos secos son buenos para la salud, existen otros alimentos que son beneficiosos, uno de ellos son los embutidos, sobre todo el jamón ibérico. A continuación te decimos por qué.
El jamón ibérico es un embutido consumido en la gastronomía española y en la portuguesa. Proviene del cerdo de raza ibérica. Las principales características que distinguen al embutido en su calidad vienen de la pureza de la raza de los animales.
¿Cuáles son los beneficios del jamón ibérico?
El jamón ibérico presenta distintos beneficios para la salud. Algunos de ellos son:
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- Evitan las enfermedades cardiovasculares por su elevado contenido de ácido oleico y tocoferoles naturales aportados por la bellota.
- Disminución de la fatiga en deportistas: el jamón ibérico tiene un gran aporte proteico, con un perfil lipídico equilibrado y moderado en calorías.
- Evita la anemia: el embutido tiene un alto contenido en hierro, ideal para aportar a tu organismo este oligoelemento vital para nuestra salud.
¿Cuáles son las propiedades del jamón ibérico?
El nutricionista Pablo Ojeda indicó al diario La Opinión Coruna que el jamón ibérico "tiene más proteína que grasa porque es carne". El jamón ibérico está compuesto de altos índices de ácido oleico sumados a la bellota. Además, cuentan con propiedades que lo posicionan como uno de los alimentos más saludables de la dieta mediterránea y un producto cardiosaludable.
El jamón ibérico está compuesto de proteínas, vitaminas B1, B6, B12 y ácido fólico, necesarias para un buen funcionamiento del cerebro. También es rico en vitamina E (antioxidante) y en minerales como el cobre, calcio, hierro, zinc, magnesio, fósforo y selenio.
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Por otro lado, el embutido se caracteriza por su textura, aroma y sabor singulares y distinguibles. La carne cuenta con un sabor delicado, poco salado o dulce y de aroma agradable. El sabor cambia de acuerdo al grado de bellota que haya comido el cerdo, y del ejercicio que haya hecho.
¿Cómo debe consumirse el jamón ibérico?
El jamón ibérico puede comerse a una temperatura aproximada de 24 grados centígrados debido a que larga todo su aroma y ofrece su mejor sabor, además de un aspecto brillante de su grasa y un color vivo en su carne. Algunos cortes se pueden cocinar un poco más gruesos a una temperatura más baja y más lenta, a 350ºF durante 30 minutos.