Los tianguis de la Ciudad de México son reconocidos por ser uno de los puntos culturales con mayor diversidad, pues además de servir como centro de abasto para familias, también son un punto de reunión entre amigos, e incluso, pueden llegar a ser un destino turístico, pues uno de ellos es visitado con frecuencia por extranjeros.
El tianguis de la Lagunilla es reconocido internacionalmente por las numerosas antigüedades y los muebles lujosos que se venden en él, pues las piezas ofrecidas en este mercado itinerante pueden llegar a costos elevados, los cuales son cubiertos por los clientes que lo frecuentan.
Al interior de este tianguis se encuentran muebles como burós, guardarropas, tocadores y demás, pero también es posible hallar marcos de pinturas o piezas únicas rescatadas por coleccionistas, es por esta razón que los precios pueden llegar a ser altos.
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¿Cómo llegar al tianguis de la Lagunilla?
Para llegar a este mercado itinerante se pueden utilizar diversos medios de transporte, pues se encuentra muy cerca de la estación Garibaldi del Sistema de Transporte Colectivo Metro, la cual pertenece a las líneas B Y 8, de colores gris y verde.
También se puede llegar en camión por las rutas 11A y L5 desde diversos puntos de la ciudad, o puedes optar por llegar en automóvil, pero es difícil encontrar estacionamiento debido a la gran concurrencia de personas que genera.
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Este tianguis ha estado en la ciudad por más tiempo del que uno podría pensar, pues su historia se remonta al año 1590, cuando en la esquina de las calles República de Chila y Mariana Rodríguez se instaló la bordadora Amaya, a la cual siguieron una infinidad de comercios que dieron origen al barrio de la Lagunilla.
Pero además de encontrar muebles y antigüedades, este tianguis histórico de la CDMX ofrece múltiples opciones de comida, desde las características migas, hasta los dorilokos que se venden en sus puestos.