En los últimos años se ha popularizado la figura de los influencers al punto en que un porcentaje importante de jóvenes en el país aspira a convertirse en uno de ellos y llegar a construir una carrera en redes sociales, pero no todos ven a esta nueva profesión como positiva, por lo que poco a poco son más los “desinfluencers” que buscan dar ser un sobrepeso ante los múltiples personajes famosos en internet.
Además de brindar entretenimiento a sus seguidores, los influencers también brindan recomendaciones de productos a quienes consumen sus contenidos, pero la mayoría de estas sugerencias de compra son publicidad dirigida, ya que, como su nombre lo indica, estas personas tienen un gran poder de persuasión ante sus adeptos.
Pero esta ola de publicidad puede llegar a ser abrumadora para los internautas, quienes no sólo reciben recomendaciones sobre productos que necesitan o desean, sino que son cada vez más expuestos a ser persuadidos a comprar productos innecesarios, además de ser bombardeados con anuncios, por lo cual surge la figura de los “desinfluencers”.
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¿Qué son los "desinfluencers"?
De acuerdo con declaraciones de la analista Kris Ruby en una entrevista para CNN, los “desinfluencers” buscan cuestionar las presuntas recomendaciones de sus contrapartes, los influencers, pues analizan los productos de manera crítica para indagar si en realidad son necesarios o útiles.
De esta manera, buscan que el consumo desenfrenado que provocan los influencers sea frenado y las personas logren tener una mejor salud mental y financiera al opinar en contra del consumismo y materialismo desmedido.
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Pero los “desinfluencers” también han sido criticados al ser expuestos como “lo mismo” que sus contrapartes, pues su contenido se basa en reseñas de productos, lo cual también puede ser una forma de publicidad, y de esta manera, exponer a usuarios de redes sociales a la propaganda consumista.