El Chevrolet Caprice fue uno de los autos de lujo que marcaron una época en México, tenerlo era símbolo de lujo y distinción, fue un clásico que estaba en la cochera de un gran cantante mexicano.
Centro de las comparaciones, se le equiparó con el Ford LTD, pero, si bien estaban en el mismo segmento, cada uno tenía su propio mercado y seguidores.
Aunque en Estados Unidos el modelo siguió durante muchos años, en México sólo permaneció entre 1977 y mediados de los ochenta, anteriormente era conocido como Chevrolet Impala, pero dejó huella entre los consumidores.
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Tres generaciones
El icónico Caprice se remonta a los años sesenta cuando fue lanzada la primera generación de este auto de lujo lanzado con la intención de competir con Ford Galaxie, Plymouth VIP y el Oldsmobile Cutlass Supreme.
Estaba enfocado al lujo y comodidad para su conductor y por ello una transmisión automática, asientos y vidrios eléctricos, control de velocidad, aire acondicionado y hasta un dimmer automático en las luces frontales venían en todas las versiones.
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La segunda generación emerge en 1971 con detalles mucho más elaborados que lo distinguían inmediatamente. Al interior, todo el equipo que venía en el modelo anterior se mantuvo y además se agregó una suspensión especial para hacer más confortable la conducción y perfeccionar la reducción de ruido en la cabina.
La tercera generación fue lanzada a finales de de septiembre de 1976, para comercializarlo como Caprice Classic de 1977 donde el tamaño se redujo drásticamente , lo que redujo su peso y dimensiones exteriores, al tiempo que aumentaba el espacio para la cabeza, el espacio para las piernas en el asiento trasero y el maletero en comparación con los modelos de 1976.
GM llamó a su programa de reducción de costos Proyecto 77 e invirtió 600 millones para desarrollar el Chevrolet de tamaño completo más modificado hasta la fecha
Hecho en México
Siguiendo la línea del Proyecto 77, General Motors tuvo que redistribuir la producción del Caprice a otras plantas fuera de EU.
Debido al esfuerzo por aumentar la producción, el ensamblaje pasó a 11 plantas distribuidas en Estados Unidos y Canadá; junto con México e incluso Caracas en Venezuela para suplir la demanda a Latinoamérica.
Así, México comenzó a producir el Caprice en 1977.
El cantante que tenía un Caprice en su cochera
Este modelo de Chevrolet, como se dijo anteriormente, era un símbolo de lujo y distinción que pocos podían permitírselo.
Uno de ellos fue el desaparecido 'Charro de Huentitán', Vicente Fernández, quien no posaba a menudo con sus coches pero se sabe que uno de sus preferidos era el Chevrolet Caprice Classic
Ese modelo fue calificado en su momento como 'El carro del año' por la revista Motor Trend.
El rey de las rancheras tenía ese modelo que venía equipado con un motor V8 de 6.6 litros y 150 caballos de potencia, nada mal para llevarlo por la carretera.
Ahora ya sabes que el Chevrolet Caprice, fue un clásico que estaba en la cochera de un gran cantante mexicano.