La despedida del árbol de Navidad marca el cierre de la temporada festiva, y la elección del momento preciso para retirarlo puede ser una decisión envuelta en tradiciones y preferencias personales arraigadas. Aquí te presentamos algunas pautas generales que podrían orientarte en la planificación de este adiós festivo.
Después de Reyes (6 de enero): En innumerables culturas, la tradición dicta que el árbol debe permanecer erguido hasta el Día de Reyes, celebrado con gran pompa el 6 de enero. Esta fecha conmemora la llegada de los Reyes Magos al pesebre de Jesús, y para muchos, retirar el árbol después de esta significativa conmemoración es una práctica arraigada.
Principios de enero: Alternativamente, otra opción común es desmontar el árbol a principios de enero, tras las festividades del Año Nuevo. Algunos hogares optan por dar inicio al nuevo año con un espacio renovado, despidiéndose del árbol durante la primera semana de enero.
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Final de diciembre: Con la llegada del final de diciembre, muchos optan por despedirse del árbol poco después de la culminación de las celebraciones navideñas. Algunos, incluso, prefieren retirarlo antes del Año Nuevo, creando así un ambiente fresco y renovado para recibir el próximo ciclo.
Otras fechas significativas: Para aquellos que basan sus decisiones en eventos religiosos específicos, la celebración de la Candelaria el 2 de febrero podría ser una fecha propicia para dar el último adiós al árbol navideño. En algunas culturas, este día conmemora la presentación de Jesús en el templo, y la ocasión es marcada con la tradición de consumir tamales.
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Recuerda que estas pautas son orientativas y que la elección del momento exacto para quitar el árbol depende en última instancia de tus preferencias personales y las tradiciones familiares que abrazas.