Sin duda, Noruega es un país que irradia un misterio palpable. Su territorio está impregnado de inquietantes leyendas y relatos de fantasmas que perduran en sitios donde lo sobrenatural parece materializarse, provocando estremecedores escalofríos. Ya sea en antiguas prisiones donde se oyen susurros y misteriosos rasguños, o en hoteles embrujados en entornos de asombrosa belleza, el enigma está presente en cada rincón del país.
En los sombríos pasillos de la Fortaleza de Akershus, en Oslo, que en el pasado funcionó como prisión y lugar de castigo para criminales, muchos guardias han experimentado la sensación de ser empujados por una fuerza invisible.
Quizá por la presencia de aquellos que vivieron situaciones de mucho dolor cuando funcionaba como lugar de castigo.
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En la ciudad de Trondheim, la Catedral de Nidaros alberga el fantasma más célebre de Noruega, que se avistó por primera vez en 1924: un monje con una herida sangrienta en la garganta. Además, en ese lugar, con frecuencia se han reportado cantos inexplicables y música de órgano que resuenan en las horas nocturnas.
En el Hotel Union Øye, situado en Sunnmøre, la Habitación Azul ha sido testigo de los lamentos del fantasma de Linda, una sirvienta que desapareció después del suicidio de su amante, un duque alemán, quien se encontraba en un matrimonio infeliz. La tragedia se desencadenó cuando se le negó el divorcio al duque, llevándolo a quitarse la vida. La infortunada amante también puso fin a su vida, desapareciendo en un lago, vestida con un traje de novia y una corona de flores. Desde entonces, el lamento de Linda se ha escuchado en la Habitación Azul, donde compartieron su amor.
En el pueblo de Bærums Verk, cerca de Oslo, la antigua fábrica de hierro y su restaurante Værtshuset, en funcionamiento desde 1640, han sido escenario de actividad paranormal. Se rumorea que el espíritu de Anna Krefting, dueña y directora de Bærums Verk en el siglo XVIII, viste eternamente de verde y se manifiesta en el segundo piso del restaurante. Además, en el edificio administrativo del distrito comercial Bærum Verks, un teléfono suena todas las noches a la misma hora, acompañado de un extraño silbido estático al otro lado de la línea.
La Mina de Blaafarveværket, en la región de Oslo, ha sido escenario de avistamientos del fantasma conocido como 'Blåmannen', quien solía aparecer con una linterna para advertir a los mineros antes de los desastres. La mina, con casi 250 años de historia, se fundó para extraer cobalto destinado a la producción de porcelana y vidrio.
En la Isla Munkholmen, en Trondheim, se ha oído y avistado a un misterioso fantasma. La isla, que solía utilizarse con propósitos rituales paganos para maldecir a los enemigos y luego se convirtió en una abadía, fortaleza y prisión, es asociada comúnmente con el famoso prisionero Peder Schumacher Griffenfeld, quien pasó 18 años encarcelado allí.
En las ruinas de la Iglesia de Nes, en la región de Oslo, se ha avistado al inquieto fantasma del sacerdote Jacob Christian Finckenhagen, quien sirvió en la iglesia entre 1800 y 1837 y se cree que se quitó la vida colgándose de una viga. Se dice que los movimientos del fantasma van acompañados de sonidos y luces inusuales, y que su aparición se torna lenta y deficiente, como si estuviera sumergido en el agua. Además, los dispositivos electrónicos tienden a fallar cerca de esas ruinas.
Si tuvieras la oportunidad de pasar una noche en alguno de estos lugares ¿lo harías?