Con el paso del tiempo, se desempolvan más páginas sobre la historia de la Independencia de México, que suelen ser desconocidas para muchas personas.
Los libros de texto que dan en las escuelas no contienen toda la verdad sobre aquel 16 de septiembre de 1810.
Claro que existen aspectos que se van olvidando con los años, por ello, es que te refrescaremos la memoria sobre aquellos acontecimientos poco mencionados sobre la guerra de Independencia.
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Datos básicos como contexto:
México quiere liberarse del poder español para dar fin a la colonización, por lo que el 16 de septiembre de 1810, inicia la guerra con el famoso “Grito de Dolores” y termina 11 años después con la intervención del Ejército Trigarante, encabezado por Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero.
¿Cuáles son los mitos de nuestra historia?
Miguel Hidalgo nunca tocó las campanas.
En efecto, el "Padre de la patria" fue precursor de la Independencia e hizo un llamado urgente a la población donde consiguió reunir a más de 40 mil personas, pero nunca tocó la famosa campana “Esquilón de San José”, quien lo hizo fue José Galván, el campanero de la parroquia.
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México tiene dos actas de Independencia.
Cuando el país logró derrocar las tropas españolas, México adquiere el nombre de Imperio el 28 de septiembre de 1821. Tras la caída de Agustín de Iturbide, el acta fue renovada bajo el término de República.
Los retratos de Miguel Hidalgo son falsos.
La imagen de este sacerdote que se hizo distinguir por su peculiar aspecto y corte de cabello no corresponden al real Miguel Hidalgo.
Los cuadros que conocemos del "Padre de la patria" corresponden realmente a otro sacerdote belga que visitó el país durante el imperio de Iturbide, y como al verdadero Miguel Hidalgo nunca lo retrataron, se consideró que era buena idea sustituir su imagen con la de otro sacerdote.
¡Ganamos, pero no fuimos reconocidos!
Tuvieron que pasar 15 años para que a España no le quedara de otra más que reconocer nuestra Independencia mediante el Tratado “Santa María-Calatrava”, que se firmó en 1836. Tiempo después, España intentaría recuperar su dominio sobre México, pero fallaron.