¿Habías escuchado sobre el fenómeno del doble? Pues la ciencia ya ha confirmado que sí o sí, hay alguien en una parte del planeta que es idéntico a nosotros.
Recientemente se hizo un estudio de secuencias genéticas, donde se demostró que la mayoría de las personas compartimos rasgos físicos con otra persona—independientemente de nuestra familia—.
Esta investigación, liderada por Manel Esteller, médico español y director del programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge, analizó el fenómeno del doble o también conocido como el fenómeno del doppelgänger.
Te podría interesar
¿Cómo se realizó el estudio?
Lo que se hizo fue reunir a personas con un parecido físico bastante notable para estudiar su ADN, su perfil epigenético y su composición de microbios.
Además, se tomaron en cuenta su estatura, peso y se estudiaron aspectos de su comportamiento; a través de un cuestionario se les preguntó si consumían tabaco u otro aspecto que revelara similitud en la personalidad.
Te podría interesar
“La semejanza de estas parejas de dobles no sólo se ceñía a las características faciales sino que, además de afectar a otras como la altura y el peso, también se extendía a ciertos rasgos del carácter y comportamiento”.
Similitudes genéticas
El resultado fue que sí compartían variaciones de su ADN, sobre todo, en relación con los genes que se vinculan a la formación de rasgos faciales.
“Dado que la población humana es actualmente de 7.900 millones, y está más interconectada, cada vez es más probable que se produzcan y se conozcan estas repeticiones”, aseguró Manel Esteller.
La identidad individual humana también se relaciona con las propiedades biológicas y el medio ambiente. En este sentido, la forma en que nos reconocemos inicialmente se basa a menudo en nuestro rostro único, y existe un código cerebral sofisticado para distinguir las identidades faciales.
El artículo fue publicado en Cell Reports bajo el nombre de: “Los humanos parecidos identificados por algoritmos de reconocimiento facial muestran similitudes genéticas”.