Si te quedaste con las ganas de decir esas groserías, porque pensaste que no es bueno, la ciencia te dice lo contrario, así que a sacar el repertorio.
Así es, las malas palabras han sido, por algún tiempo, el centro de estudio de muchos investigadores y es que a pesar de que, es mal visto que alguien diga groserias, decirlas de vez en cuando tiene muchos beneficios.
De acuerdo con diversos estudios, decir palabrotas puede tener más beneficios en muchos sentidos, es decir, no solo son una forma de desahogo sus bienes van a un nivel más profundo.
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3 motivos para decir groserías
1.- Signo de inteligencia
Contrario a lo que muchos creen, que maldecir es sinónimo de mentalidad corta y nula capacidad de diálogo e inteligencia, diversos estudios contradicen esta hipótesis, pues las personas que son buenas en el lenguaje son buenas para generar un vocabulario grosero.
Esto lo demostró una prueba que se hizo a cientos de personas en las que se les pidió decir tantas palabras con F, A o S pudieran en un minuto, posteriormente se les dio otro minuto para decir palabrotas.
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El estudio encontró que, aquellos a los que se les ocurrieron la mayor cantidad de palabras con F, A y S, también produjeron la mayor cantidad de palabrotas.
2.- Disminuye el dolor
Te pegaste en el dedo pequeño de pie y #$%&…. ¿Sentiste alivio?, no es casualidad, los estudios también demuestran que decir palabrotas te ayuda a sobrellevar el dolor.
Un efecto similar sucede con la fuerza, has notado que en el GYM hay quienes gritan, gruñen o maldicen mientras cargan pesados discos, la razón es que decir palabras altisonantes ayuda a tu resistencia.
3.- Las personas groseras son más creativas
Se ha demostrado que las groserías se guardan en el lado derecho del cerebro, conocido como el lado creativo.
Incluso hay estudios que toman como referencia a personas con derrames cerebrales, en ellas se registró que muchos pacientes perdían la capacidad de hablar; sin embargo, aún podían maldecir.
Lo anterior, porque el lado creativo es menos afectado y guarda ciertos impactos emocionales, como los regaños, palabras de cariño o groserías, es por ello, que al decirlas se activa esa parte del cerebro que nos hace trabajar nuestro lado artistico.
¿Qué tal? ¿Cambió tu perspectiva sobre si decir groserías es bueno o malo? Piénsalo quizá decir un par al día no sea tan malo.