De forma general, los temblores son una repetición de movimientos de forma involuntaria, que pueden afectar a todo el cuerpo o solo a una parte; en los perros pueden provenir de distintas causas que se pueden asociar con situaciones de ansiedad, agitación, temores, posibles enfermedades, o un descenso en la temperatura corporal.
De acuerdo con El Español, es importante que se determine la causa por la que el can está temblando, para así saber si se trata de algo grave o no.
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La artrosis y los problemas articulatorios son unas de las causas más frecuentes en muchas razas de perros, éstas producen un dolor más o menos agudo, sobre todo en animales de edad avanzada, y puede tratarse con analgésicos. Sin embargo, si se trata de problemas que impidan a la mascota caminar o moverse, se debe acudir con un veterinario.
Existen enfermedades como las degenerativas y la de moquillo de origen vírico que producen temblores, además de vómito y otros síntomas.
La hipertermia surge cuando el can tiene una temperatura superior a los 39 grados, lo que puede provocar temblores en él, y es un síntoma de alguna infección.
Un problema frecuente es la baja del nivel de azúcar en la sangre del perro, se conoce como hipoglucemia, en ese caso se le puede dar un poco de agua con azúcar y abrigarlo, pero si se da con frecuencia se debe tratar con un veterinario.
Los temblores que presentan los caninos en los sueños, son debido a que se encuentran en la fase REM, ya que probablemente estén soñando con alguna situación que les produce excitación, por lo que no se debe despertarlos, y no es síntoma de enfermedad.
Éstos animales también tienen traumas, fobias y episodios de estrés que pueden generar temblores.
El exceso de ejercicio físico es otro factor que no es motivo de preocupación, pero si el perro se cansa antes de lo normal, hay que llevarlo a una revisión.
