El día de hoy Gaby Vargas habla de esos pequeños frutos cuyo nombre proviene del náhuatl capolcuahuitl y que también son conocidos como cerezas mexicanas o cerezas de monte, por ser justamente un pariente cercano de las cerezas, pero también de las ciruelas, duraznos y chabacanos.
En nuestro país se consumen desde la época prehispánica, ya sea crudos o cocidos, y desde entonces se les considera un delicioso ingrediente para preparar tamales, mermeladas, jaleas, dulces e incluso, bebidas alcohólicas, cuando se dejan fermentar.
En general, crece bien en climas cálido, semicálido, semiseco y templado, y tolera muy bien la sequía; aunque, requiere de abundante sol para desarrollarse bien.
Como alimento, el capulín es un fruto que se digiere y asimila fácilmente, rico en vitaminas A, B y C, así como en minerales y antioxidantes.
En medicina tradicional, sus hojas y ramas se usan para preparar una infusión que sirve para aliviar enfermedades respiratorias como tos y catarro; también es útil para tratar la diarrea y el dolor abdominal. Además, ayuda a formar colágeno y a regenerar los tejidos, así como a mejorar los síntomas de la depresión.
Conoce más en la cápsula de hoy.