Como cada que ocurre una tragedia en nuestro país, los mexicanos siempre sacamos nuestra mejor parte: la solidaridad y empatía ante la desgracia.
Apenas la semana pasada, pudimos ver cómo decenas de personas corrían desesperadas para acarrear agua o tierra para buscar apagar el infierno en que se convirtió la explosión de una pipa de gas, a infinidad de vecinas y vecinos de la zona afectada tratando de auxiliar a las personas lesionadas o a otras tantas repartiendo tortas, agua, pan y café a rescatistas, policías, bomberos y familiares de las víctimas.
Es el sello de la casa, ese México grandioso que se deja ver cuando otro mexicano está en desgracia, que se dejó ver luego de los terremotos de 1985 y 2017, de los huracanes Otis, Gilberto o Paulina, de la explosión de San Juanico o de las inundaciones en Guerrero, Oaxaca o Veracruz.
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Ese es el México que quisiéramos ver todos los días. El del ciudadano que respeta el reglamento de tránsito, el que no quiere transar al de al lado, el que no se mete a la fila, el que no sube los precios cuando algún producto se encarece, el que no es abusivo, el que no busca evitar una multa con una mordida, ese es el país que queremos.
Sin embargo, la realidad es que a veces, sólo ante la desgracia es cuando nos volvemos empáticos, en nuestro día a día en muchas ocasiones no lo somos. Si de por sí México es grande, lo sería todavía más si fuéramos solidarios siempre. Sería todavía mejor si la historia de la cubeta con cangrejos cambiara de ser la que está destapada porque entre unos y otros se jalan para evitar que el de al lado salga, a ser la que estuviera tapada porque todos en equipo se apoyan para salir.
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Dividiendo… El reality de la democracia
La era de los políticos en el sentido estricto de la palabra, parece irse desvaneciendo con el avance del siglo. Todo empezó con la proliferación de actores o figuras emblemáticas de alguna disciplina que incursionaron en la política. Así llegaron a la presidencia de Estados Unidos, Ronald Reagan; a la gubernatura de California, Arnold Schwarzenegger; Joseph Estrada a la presidencia de Filipinas –puesto al que también aspiró el boxeador Manny Pacquiao-, e incluso en la actualidad, Volodymyr Zelenski, presidente de Ucrania, que empezó siendo comediante y actor.
El prototipo funcionó y con la llegada de las nuevas tecnologías el modelo se revirtió y ahora cada vez más los aspirantes a un cargo público buscan parecerse más a los ídolos de una ciudadanía sedienta de héroes de película. Hoy, más que informes técnicos o debates parlamentarios, lo que atrae la atención de los grandes públicos son las frases virales, transmisiones en vivo, giras convertidas en shows y gobernantes que actúan como celebridades. Estamos frente a la política espectáculo.
Curiosamente este fenómeno no empezó con Donald Trump ni con las redes sociales. En América Latina los precursores saltan a la vista: los discursos maratónicos de Fidel Castro y su escenificación revolucionaria que lo convirtieron en un caudillo de masas; Hugo Chávez con su programa “Aló presidente”, mezcló anuncios de gobierno con canciones, improvisaciones teatrales y confrontaciones televisadas. Ambos comprendieron que la política no sólo se ejerce en los despachos, sino en la arena pública en donde se construyen mitos y emociones colectivas.
Hoy esa lógica se ha globalizado. Trump transformó la Casa Blanca en un reality show; Javier Milei convirtió su campaña argentina en un performance disruptivo; Javier Bolsonaro en Brasil gobernó a través de transmisiones en Facebook; Claudia Sheinbaum marca la agenda mediática cada mañana desde Palacio Nacional; Narendra Modi, en India, escenifica ceremonias multitudinarias con alto contenido simbólico. No se trata de casos aislados sino de una tendencia mundial.
El gran cuestionamiento es si se trata de un modo pasajero o una transformación estructural de la política. Todo indica que la tendencia apunta a lo segundo. La política espectáculo se alimenta de la lógica de la comunicación contemporánea: velocidad, viralidad, consumo de noticias como entretenimiento. En un entorno de atención fragmentada, los líderes que producen mejores titulares y memes, desplazan con facilidad a quienes se concentran en propuestas técnicas.
El impacto en la gobernanza es claro: gobiernos más preocupados por la foto que por el fondo, decisiones cortoplacistas pensadas como trending topic, y una creciente polarización que fragmenta a la sociedad en bandos irreconciliables, la pobreza, desigualdad o cambio climático pasan a segundo plano.
Es un hecho, la política espectáculo va a marcar el futuro, la pregunta es si podemos adaptarla para que sirva al debate democrático o si estamos dispuestos a sentarnos a aplaudir como focas mientras somos testigos de como se incendia la carpa y los payasos intentan apagarla con cubos vacíos de agua.
Multiplicando… La vivienda usada para CDMX
Entre enero y junio de 2025, la compra-venta de vivienda usada representó el 63.3% de las operaciones y registró un crecimiento de 8.6% en su valor, de acuerdo con la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF). Colonias como Roma, Condesa o Juárez en la Ciudad de México han tenido incrementos de entre 73% y 177% en el valor por metro cuadrado en la última década, lo cual refleja una alta demanda y una oferta limitada.
La vivienda usada puede ser una vía eficaz para ampliar la oferta, aliviar presiones sobre los precios, revitalizar barrios tradicionales, crear entornos más seguros y comunidades más activas. Para ello, estos inmuebles requieren reincorporarse al mercado mediante procesos claros y ágiles.
Tuhabi, el portal inmobiliario especializado en vivienda usada, ofrece un modelo digital seguro, transparente, que agiliza trámites, facilita el acceso al financiamiento y promueve la remodelación de viviendas. En el primer trimestre del año, la plataforma tuvo un precio promedio de 1.2 millones de pesos, frente al promedio nacional de 1.86 mdp, con lo que contribuye también a un acceso más justo a la vivienda para las familias que buscan una opción más accesible respecto a la vivienda nueva.
Multiplicando de nuevo… Agilizando la gestión de hipotecas en América Latina
Por primera vez, Cibergestión, la empresa de gestión hipotecaria e inmobiliaria, realizó su Summit en Bogotá, Colombia, con la asistencia 37 conferencistas de Europa, Estados Unidos y Latinoamérica, así como más de 200 líderes y expertos del ecosistema hipotecario de la región. Se trata de un sector donde participan bancos, constructoras, fiduciarias, proptechs, notarías y gestoras de hipotecas.
Propiedad del Grupo BC de España y del Fondo de Inversión tecnológico Silver Lake, Cibergestión tiene inversiones en América Latina que superan los 5 millones de dólares anuales. Para finalizar el año, contempla una participación en el mercado de México de 48%, 52% en Chile, 34% en Perú y superar el 35% en Colombia, preparando su expansión a Brasil y Argentina en el mediano plazo.
Cibergestión ha desarrollado la plataforma PRESTO, la cual permite realizar de principio a fin cualquier proceso hipotecario e inmobiliario, asegurando la trazabilidad, la seguridad y el estricto cumplimiento normativo en cada trámite, acorde a la normatividad de cada país.
Más allá de los desafíos económicos y la volatilidad de los precios en la vivienda en países latinoamericanos, la innovación tecnológica permite superar barreras, agilizar trámites y fortalecer la confianza de los actores del sector.
Las experiencias compartidas por los participantes en el Summit demostraron que, cuando se articula el ecosistema, se generan eficiencias tangibles, se facilita el acceso a la vivienda propia, se dinamiza el mercado, se impulsa la inclusión financiera y colaboración público-privada, permitiendo que miles de familias puedan adquirir una propiedad.
