La Checomanía se hizo presente de nuevo. La semana pasada Sergio Pérez se convirtió nuevamente en tendencia en redes sociales tras su reaparición en las pistas a bordo de un Ferrari SF-23 con el cual realizó pruebas con miras al Campeonato Mundial de Fórmula 1 de 2026 en el que será piloto de la escudería estadounidense Cadillac, junto con Valtteri Bottas.
Luego de un año de ausencia, el piloto mexicano tuvo una excelente reaparición en el circuito de Imola, en Italia, donde dio más de 100 vueltas durante dos días a bordo de un monoplaza completamente negro con el que pulverizó el récord de su excompañero de equipo Max Verstappen, quien estableció la vuelta más rápida en esa pista en esta temporada.
Lo relevante del tema radica en que, pese a que se trató de un “testing” en el que tripuló un auto de hace dos años, sin actualizaciones, en una pista fría, sin nivel de competencia, aun así, obtuvo excelentes resultados. Si eso ocurre en una prueba ¿qué podemos esperar de Checo en una carrera oficial?
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Al mexicano se le ve entero e ilusionado, al igual que a la afición mexicana que espera con ansias el Gran Premio de Australia, primera carrera de la temporada, para ver a nuestro compatriota volver a la Gran Carpa, con este nuevo proyecto al que algunos periodistas extranjeros han minimizado, pero que promete entregar alma y corazón.
Desde luego que el fenómeno del marketing no se hará esperar, en particular todo lo que sea mercancía del equipo norteamericano, ya que como ocurrió con Red Bull, la afición mexicana seguramente llevará a cabo muchas compras, una vez que la ropa oficial del nuevo constructor salga a la venta.
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Además, hace apenas unos días se llevó a cabo la venta general de boletaje para el Gran Premio de la Ciudad de México 2026 y como era de esperarse, las entradas se agotaron de inmediato, con el conocimiento de que el piloto tapatío participará en la máxima categoría del automovilismo mundial durante el próximo año.
No cabe duda que el ex piloto de Red Bull se ha convertido en todo un fenómeno deportivo y de ventas, ya que las ganancias generadas con motivo de su paso por la Fórmula 1 han sido sorprendentes.
Hoy estamos, sin lugar a dudas, ante el mejor piloto mexicano de toda la historia, que ya supera claramente a los hermanos Pedro y Ricardo Rodríguez, quienes hasta hace una década todavía figuraban como los máximos exponentes nacionales en el deporte motor.
Dividiendo… Venezuela: el juego del miedo
Venezuela vive en un estado que presagia guerra; no hay peor miedo que el silencio. La Casa Blanca lo sabe y juega con la mente del dictador Nicolás Maduro. Difícilmente se habrá de concretar una incursión militar, pero la duda se respira en el ambiente.
Hay ecos que recuerdan la invasión a Panamá en 1989 para capturar a Manuel Antonio Noriega, quien curiosamente estaba acusado de los mismos delitos que Maduro: narcotráfico, asociación delictuosa, lavado de dinero, violación a los derechos humanos y manipulación electoral. La gran diferencia es que en Panamá estaba el Canal y Estados Unidos no se podía dar el lujo de perder su control en plena guerra fría.
Pero Venezuela no es Panamá, además de tener un territorio más vasto, cuenta con una estructura militar más compleja, un aparato de inteligencia articulado y relaciones con actores que hoy sí importan geopolíticamente: Rusia, China e incluso Irán. Una intervención militar supondría costos humanos, diplomáticos y regionales que Washington podría no estar dispuesto a asumir.
En el fondo el reto sigue siendo un “cambio democrático pacífico”, pero hoy en Venezuela no existen las condiciones, con una oposición muy fragmentada que piensa en sus propios intereses. Tampoco puede descartarse la presión internacional, el desgaste social y eventuales fracturas en la élite podrían abrir una puerta.
Una insurrección militar sería posible solo si se rompiera la cadena de mando, algo que por ahora no se observa públicamente. En este equilibrio inestable, la continuidad autoritaria sigue siendo el escenario más probable.
La administración de Donald Trump podría estar pensando más bien en una acción limitada para capturar a Maduro, dar un golpe de precisión -algo que no sería nada nuevo-, o extender las sanciones para quebrar la capacidad económica del dictador. Justificaciones hay muchas y la Casa Blanca se ha encargado de darles voz: el aumento de la recompensa, las acusaciones de narcoterrorismo y el calificativo de amenaza hemisférica son tan solo unos de ellos.
Mientras, haciendo gala de su poderío, Estados Unidos empezó, desde agosto, a engrosar sus fuerzas en las cercanías de las costas venezolanas: ha enviado tres destructores de misiles guiados; desplegado 4 mil marines como parte de ese grupo naval; un submarino nuclear y diversas naves de apoyo de patrullaje marítimo; el portaviones USS Gerald R. Ford, lo que representa una escalada significativa en capacidad de proyectar fuerza naval, ha habido ejercicios con todo tipo de aviones militares y drones con fuego real.
Pareciera que la administración Trump está jugando al gato y el ratón, apostándole a que si de algo se va a morir Maduro, pues que sea de miedo.
Multiplicando… Hidalgo: la vivienda en un estado “metropolitano”
A pesar de sus pequeñas dimensiones, Hidalgo reúne características como pocos: sus municipios participan en cuatro zonas metropolitanas: la del Valle de México, Pachuca, Tula y Tulancingo; cuenta con 12 parques industriales y excelente conectividad logística por su cercanía al Arco Norte y a la Ciudad de México, y el proyecto del Tren Ciudad de México-AIFA-Pachuca, el cual se estima moverá a 107 mil pasajeros entre la terminal de Buenavista y la capital hidalguense, considerando que actualmente hay una intensa movilidad de personas por trabajo y estudios de Hidalgo a la CDMX.
Con más de 3 millones de habitantes, 1.3 millones de viviendas y una tasa de crecimiento anual de 1.5%, Hidalgo se ha convertido en un polo de desarrollo económico y crecimiento inmobiliario. El estado se ubica en el lugar 15 del ranking nacional de créditos hipotecarios, con poco menos de 9 mil créditos entre enero y julio del 2025.
El mercado habitacional se concentra en vivienda Tradicional y Media con rangos desde los 550 mil hasta los 2.9 millones de pesos. Pachuca concentra la mayor proporción de vivienda Media con 62.1%, seguida por la Tradicional con 28.9%; y el mayor porcentaje de vivienda Residencial y Residencial Plus en el estado con 7.2%. por su parte, Tizayuca-Tolcayuca, que forman parte de la Zona Metropolitana del Valle de México, presenta un mercado equilibrado con 49.1% en vivienda Media y 48.2% en Tradicional. Tulancingo mantiene porcentajes similares de vivienda Media, 48.0%, y Tradicional, 47.4%; y Tula presenta también un equilibrio entre la vivienda Media (46.7%) y la Tradicional (45.8%).
Cabe señalar que la Zona Norte del Valle de México, conformada principalmente por los municipios de Tizayuca, Zumpango y Tecámac, se ha consolidado como un área de amplio desarrollo habitacional, con buenos ritmos de venta y una oferta destacada de vivienda en los segmentos medio y tradicional.
Sumando otra vez… El crédito en el Buen fin
En temporadas de alto consumo, como lo es el Buen Fin, Black Friday y CiberMonday, el crédito formal es el medio de pago principal: el 49% de los consumidores utiliza tarjeta de crédito, según datos de la Asociación Mexicana de Ventas Online.
Para los expertos de Círculo de Crédito, la Sociedad de Información Crediticia -mejor conocidas como burós de crédito-, esta tendencia es positiva, en cuanto a que hay un uso del crédito formal como una herramienta de planeación financiera, pero también es una responsabilidad, pues contar con un historial crediticio sano y evaluar la capacidad de pago antes de adquirir nuevas obligaciones es clave para evitar el sobreendeudamiento.
Muchos otorgantes de crédito continúan basándose en fórmulas tradicionales que no reflejan completamente la realidad financiera de los solicitantes, pudiendo dejar sin crédito a quien podría manejarlo responsablemente, u otorgarlo a alguien que no cumpla. Por ello, Círculo de Crédito desarrolló Loan Amount Estimator (LAE), un modelo que combina información crediticia tradicional con datos alternativos, permitiendo mayor precisión en la evaluación de riesgo y resultados medibles en cumplimiento, crecimiento de portafolios y optimización de márgenes, lo cual beneficia a todos: a quien otorga el crédito, para mayor certeza en la decisión final, y a quien lo recibe, al demostrar un buen historial crediticio.
