La espera está a punto de terminar. Este viernes 26 de julio, en punto de las 11:30 horas, se inaugurarán los Juegos Olímpicos de París 2024. Por primera vez en la historia, la ceremonia no se llevará a cabo dentro de un estadio olímpico. Se ha elegido al río Sena como la sede de esta inauguración. Los atletas desfilarán sobre balsas y la gente podrá acercarse a las orillas del Sena para ovacionarlos.
Las ceremonias son tan importantes como los juegos mismos. Debemos recordar que los Juegos Olímpicos de la Antigüedad tenían una fuerte carga religiosa; los atletas acompañaban el inicio y el cierre de estas competencias con oraciones y sacrificios.
Cuando Pierre de Coubertin concibió los Juegos Olímpicos Modernos, tuvo presente esta sacralidad de los juegos. Sin embargo, Coubertin intentó la asepsia religiosa. La razón era obvia: si iban a participar atletas de todo el mundo, no debía asociarse esta competencia con una sola religión. “Nada de misa, nada de intervención sacerdotal en el altar”, escribió Coubertin en sus memorias. Aun así, hay una gran cantidad de símbolos en las ceremonias que acompañan el inicio y el cierre de los Juegos Olímpicos.
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El juramento olímpico, por ejemplo, es un acto que proviene de los Antiguos Juegos Olímpicos. En ese entonces, los griegos se colocaban frente a una estatua de Zeus y juraban respetar las normas de los juegos y cumplir con las exigencias mínimas para participar, las cuales eran ser griego, libre, no buscado y no perseguido como reo de asesinato o sacrilegio. Hoy tenemos una versión sin racismo donde se le da mayor peso a la promesa de acatar el reglamento olímpico por la gloria del deporte y el honor de los equipos.
Soltar palomas es un elemento cargado de un simbolismo religioso bíblico. Noé soltó una paloma desde el arca que lo salvó del diluvio universal. Por ello, la paloma simboliza la paz. Es un símbolo bíblico que se ha colado a casi todas las culturas.
En la ceremonia olímpica moderna, las palomas aluden a la Tregua Sagrada. En la antigua Grecia, atletas y espectadores podían transitar libremente por todo el territorio griego independientemente de si fuese una ciudad enemiga.
El homenaje a los vencedores era la ceremonia más importante durante las antiguas Olimpiadas. Al final de todas las competencias, todos los ganadores eran coronados con laureles en una ceremonia solemne que se extendía hasta el Templo de Zeus, donde los atletas depositaban sus coronas en señal de agradecimiento y sacrificio al rey de los dioses. Luego, venían los festejos acompañados de banquetes y júbilo
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@hzagal
(Oscar Sakaguchi y Héctor Zagal, coautores de este artículo, conducen el programa de radio “El Banquete del Dr. Zagal” todos los miércoles de 22:00 a 23:00 y los sábados de 17:00 a 18:00 en MVS FM 102.5 desde la CDMX)