El «made in France» de las mascotas de los Juegos Olímpicos París 2024 es un asunto de Estado en Francia, hasta tal punto que una pyme local se ha tenido que poner manos a la obra para relocalizar parte de su producción de la rentable China a suelo francés.
Cuando el Comité Organizador presentó la mascota, en noviembre, solo estaba previsto producir en Francia el 10 % de los muñecos, pero, tras las numerosas críticas recibidas, se decidió doblar esa cifra.
El Gobierno francés que lleva años insistiendo en su objetivo de devolver al país las fábricas que se fueron a países con menores costes -un tema predilecto para Emmanuel Macron- se vio en la encrucijada de lograr un mayor nivel de producción doméstica de estas mascotas al ser un símbolo nacional.
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«La presión social, de las redes, incluso el propio Elíseo (palacio presidencial), nos preguntó ¿estáis listo para producir más? Dijimos: ‘sí, con mucho gusto, los Juegos tocan una vez en la vida», explica a EFE Alain Joly, consejero delegado de Doudou et Compagnie, empresa adjudicataria de la producción de la mascotas olímpicas junto a la también francesa Gipsy.
Desde su recién estrenada fábrica, situada en Guerche-de-Bretagne, una pequeña localidad en la verde campiña de la región de Bretaña (noroeste), Joly explica el tamaño del desafío, teniendo en cuenta que desde hace décadas la industria juguetera europea se marchó a Asia, donde los costes de producción son mucho menores.
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El objetivo actual es llegar a 400.000 peluches «made in France». El resto, unos 2,6 millones, serán fabricados en China.
«Nos enfrentamos a dos grandes obstáculos, la falta de materia prima (tejidos y piezas sueltas) y la falta de personal cualificado, que sepa coser. En Europa, hoy en día, no hay más fábricas competentes que se dediquen a la producción industrial» de peluches, constata Joly.
El veterano ejecutivo sabe de lo que habla. Con más de 40 años en el sector juguetero, los altos costes laborales y de producción llevaron a la mayoría de empresas europeas a deslocalizarse.
En el caso de su firma, se marcharon a China, a unos 200 kilómetros de Shanghái. Allí tienen unos 300 empleados, tres veces menos que los de la matriz francesa.
Casi nueve veces más barato en China que en Francia
La rentabilidad pesa. El coste de producción de la mascota «Phryge» (Frigio/Frigia), inspirada en los gorros frigios rojos icono de la Revolución Francesa (1789-1799), es de 0,60 euros por minuto en Francia. En China, es casi nueve veces menor, 0,07 dólares.
Resultado, el precio final de los «phryge» franceses es bastante mayor para el consumidor: casi 40 euros para el «made in France» por 30 para el «made in China». Y eso que los hechos en Francia no lo son al 100 %, pues el tejido, algunos bordados y las piezas desmontadas proceden de la imprescindible China.
Además, el margen de beneficio del «made in France», aunque sea más caro, sigue siendo mucho menor que el procedente del gigante asiático.
Según Eurostat, la UE es un gran importador de juguetes procedentes de países extracomunitarios, por valor de 7.100 millones de euros en 2021. China se mantiene como el principal vendedor de juguetes al club comunitario, con el 83 % de sus importaciones.
En la parte exportadora de juguetes europeos, que representan 2.400 millones, Francia ni siquiera figura en el podio. República Checa (34 %), Alemania (21 %) y Bélgica (7 %) son los países de la UE que más exportan fuera del club comunitario.
¿Cómo reducir esa sideral distancia en Europa? «Para este tipo de industria de peluches, necesitamos concebir máquinas para rematar costuras, para los rellenos, aunque la parte humana será siempre importante, porque son productos hechos a mano», indica.
Joly apuesta asimismo por la tendencia entre los consumidores locales a comprar productos franceses, aunque sean más caros, y en recrear el «savoir-faire» europeo de la industria juguetera, que estuvo muy anclado en países como Alemania, España o Francia.
Para cumplir con los designios del Elíseo, Doudou et Compagnie prevé doblar el número de trabajadores en la parte de producción, desde 23 hasta unos 50. La meta es producir 500 mascotas al día hasta mediados de 2024, cuando se inauguren los Juegos en París.