HÉCTOR ZAGAL

Calzones, lentejas y uvas

Celebramos el Año Nuevo porque tenemos esperanzas. Confiamos en que el futuro será mejor

Celebramos el Año Nuevo porque tenemos esperanzas. Confiamos en que el futuro será mejor
Celebramos el Año Nuevo porque tenemos esperanzas. Confiamos en que el futuro será mejorCréditos: Canva
Escrito en OPINIÓN el

“Soy optimista, no sirve de nada ser otra cosa!

Winston Churchill

Yo, como los niños, prefiero la Navidad al Año Nuevo. Prefiero los regalos a los propósitos, los turrones a las uvas, los nacimientos al confeti.

En México, la Navidad se suele celebrar en familia. Los restaurantes cierran, mientras que la cena de Año Nuevo es una fiesta que frecuentemente se celebra en restaurantes y bares.

Por el contrario, el Año Nuevo se centra en el porvenir. Nos reunimos para cerrar un ciclo, evaluamos lo recorrido y nos ilusionamos con el nuevo camino por recorrer. No falta, por supuesto, el toque de nostalgia: el recuento de quienes murieron en el año. ¿Se acuerdan del lúgubre 31 de diciembre de 2020? El COVID había cobrado la vida de miles de mexicanos. Aún así nos abrazamos, porque confiábamos que tarde o temprano, el virus se controlaría.

Celebramos porque tenemos esperanzas. Confiamos en que el futuro será mejor. Algunas costumbres de esta fecha lo revelan. Quienes nos atragantamos con las doce uvas al toque de las doce campanadas pedimos doce deseos. (Yo siempre deseo que bajen los impuestos y que me gane el premio Nobel, pero, al parecer, el genio tutelar del Año Nuevo carece de influencia en la Secretaría de Hacienda y en la Academia Sueca).

En Dinamarca, rompen platos en las puertas de las personas queridas para desearles buena dicha. Los escoceses conciertan quién entrará primero a la casa donde tendrán la cena, pues el primero en poner un pie ahí tendrá mejor suerte el siguiente año. En algunos lugares, cenan lentejas porque estas tienen la forma de una moneda (y luego nos extraña el número de indigestados el 1.º de enero…).

Algunos estadounidenses se besan justo a medianoche y en México la policromía de la ropa interior habla de las ambiciones personales: calzones rojos para conseguir el amor y amarillos para el dinero. Yo, obviamente, utilizo trusa amarilla porque creo que, a mi edad, la única manera de ser atractivo es con una abultada cuenta en el banco.

¿Y ustedes? ¿de qué color van a usar su ropa interior?

¡Feliz 2025!

Sapere aude! ¡Atrévete a saber!

(Héctor Zagal y Óscar Sakaguchi, coautores de este artículo, son conductores del programa El Banquete del Dr. Zagal en MVS 102.5 todos los miércoles a las 22:00 y los sábados a las 17:00)