OPINIÓN JEZIRET GALLARDO

Türkiye y la Cumbre de la OTAN 2023

La última Cumbre de la OTAN celebrada en Vilna, dio la bienvenida a Finlandia como nuevo miembro y acordó un mayor apoyo para reconstruir los sistemas de defensa de Ucrania. Mientras tanto, la adhesión de Suecia sigue pendiente pues Türkiye sigue mostrando su determinación para anteponer sus intereses antes de dar el sí definitivo al país nórdico.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en la OTAN.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en la OTAN.Créditos: Reuters
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El 11 y 12 de julio se reunieron en Vilna, capital de Lituania, los jefes de Estado y de Gobierno de los países perteneciente a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)en la Cumbre que se celebra cada año con el fin de atender las problemáticas más apremiantes de su agenda de seguridad. Desde el año pasado, cuando Rusia inició su ofensiva en Ucrania, la OTAN ha buscado ampliar su membresía y su poder sumando a Suecia y Finlandia; sin embargo, Türkiye, mostró determinación para anteponer sus intereses antes de dar el sí definitivo a los países nórdicos.

Para la OTAN, que se creó precisamente como medida para hacer frente a la URSS durante la Guerra Fría, vivimos los tiempos más peligrosos e impredecibles desde el fin de aquella época a inicios de los noventa –si es acaso que verdaderamente terminó en algún momento—. 

Para Rusia, ver la continua expansión de la OTAN hacia el este ha sido una provocación y una amenaza a su seguridad. Con la propuesta de la OTAN de sumar a Ucrania a la Organización, la amenaza llegó hasta sus fronteras y muy cerca de su capital, Moscú. De hecho, si se traza una línea recta, se tienen poco más de 750 kilómetros desde Kiev, la capital ucraniana, hasta la rusa, una distancia similar a la que hay también en línea recta desde la Ciudad de México a la ciudad de Durango.

Por su parte, Türkiye, gracias a su ubicación geoestratégica(entre otras cosas), logró acortar la distancia geográfica y cultural con Occidente e incluso consiguió la membresía a la OTAN desde 1952, mucho antes que países europeos como Alemania, España o el mismo Lituania, país que ingresó hasta 2004 y donde se llevó a cabo la Cumbre de este año.

Aun siendo parte de la OTAN, Türkiye ha logrado mantener una buena relación con Rusia estableciendo incluso el Consejo de Cooperación de Alto Nivel (HLCC, por sus siglas en inglés) en 2010. Además, mantienen fuertes relaciones económicas y comerciales, siendo Rusia uno de sus principales socios comerciales y proveedores de energía. Sin embargo, esta relación podría estar próxima a sufrir cambios.

La membresía en la OTAN le ha dado a la nación turca la capacidad de ser parte del grupo que toma las decisiones de seguridad que influencian al resto del mundo, pero también una capacidad de maniobra para velar por sus propios intereses, aun cuando eso signifique obstaculizar o retrasarlos deseos de la Organización; ya que, para aprobar a una nueva nación en la Organización, todos los países miembros deben de votar a favor.

Así ha sido durante el último año. Cuando, con la amenaza de la OTAN en su frontera, Rusia inició la ofensiva enUcrania, y, a su vez, la Organización quiso apresurarse a mover sus piezas sobre el tablero en el frente norte europeosumando a Suecia y Finlandia; sin embargo, Türkiye vetó la decisión y lanzó sus peticiones.

Si bien Türkiye retiró rápidamente el veto a Suecia y Finlandia cuando las negociaciones comenzaron a fluir en la Cumbre 2022, había un camino que recorrer antes de ratificar la declaración. Primero ocurrió con Finlandia, país que se adhirió en abril de 2023, pero con Suecia está demorando más.

Con Suecia, además de tratar temas como el embargo que impedía a Türkiye adquirir armas de los países nórdicos, había que lograr su colaboración en sus políticas “antiterroristas” (tema controvertido que se abordó brevemente en una nota del año pasado) e incluso quiso negociar la ratificación para que Suecia se adhiera a la OTAN a cambio de su adhesión a la Unión Europea. Si bien Suecia dijo que apoyaría este incansable deseo turco, la ratificación turca sigue pendiente y Estados Unidos ya está planeando reunirse con Erdogan para tratar el asunto. 

Otro asunto relevante de la Cumbre de la OTAN además de la bienvenida de Finlandia a la Organización –por cierto, la adhesión más rápida de la historia— fue el acuerdo de brindar mayor apoyo a Ucrania a la reconstrucción de su seguridad y defensa, lo que incluye hacer interoperables a las fuerzas armadas ucranianas con las de la OTAN y la promesa de sumarlo a la Organización a futuro mediante la simplificación del proceso de adhesión.

Para Rusia, la última Cumbre de la OTAN es una demostración de que Occidente ha regresado a los esquemas de la Guerra Fría. Y, pese a que Türkiye afirma que no habrá ratificación para Suecia antes de octubre de este año, parece que –pese a los retrasos— seguirá siendo un importante aliado de Occidente. Por su parte, Finlandia y Suecia anticipándose a cualquier ratificación, firmaron un acuerdo en mayo para adquirir conjuntamente sistemas móviles y tecnologías para equipar a sus fuerzas de defensa.

Jeziret Gallardo

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