El 20 de noviembre se conmemoró en México el aniversario del acontecimiento político y social más importante del siglo XX en México: la Revolución Mexicana. También, el 20 de noviembre se celebra la adopción de la Declaración Universal de los Derechos del Niño de 1959 y la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño de 1989. A razón de ello, las Naciones Unidas decretaron esa fecha como el Día Mundial del Niño. Sin embargo, los constantes bombardeos en Gaza hacen imposible que los derechos fundamentales de las infancias –ni de ningún ser humano—sean respetados.
Tras más de 45 días de asedio, vemos que, para los líderes del mundo, no todos los niños y niñas merecen los mismos derechos ni la misma protección. Esta es la realidad de la niñez en Gaza:
Derecho a la vida: nos faltan cerca de 6,000 niños y niñas, además de más de mil desaparecidos bajo los escombros que muy probablemente hayan perdido la vida.
Derecho a la protección frente a la violencia: hay 6,168 niños y niñas heridos, muchos de ellos han sufrido amputaciones y tendrán secuelas de por vida.
Derecho a la vida familiar: muchos niños y niñas han quedado huérfanos e incluso sin ningún familiar que cuide de ellos. Hay bebés y recién nacidos sobrevivientes sin identificar.
Derecho a la educación: hay 66 escuelas destruidas y 200 parcialmente destruidas.
Derecho a la salud: 26 hospitales fuera de servicio y otros 25 dañados debido al impacto de bombas además de un déficit generalizado de suministros médicos, con cirugías que han tenido que llevarse a cabo incluso sin anestesia. Se sabe del caso de un niño que no logró sobrevivir al dolor de una amputación sin anestesia.
El 7 de noviembre, tras un mes de bombardeos sin tregua, las infancias palestinas nos mostraron nuevamente su capacidad de resiliencia y asumieron papeles que a ningún niño deberían corresponderle. Ahora como refugiados, un grupo de niños realizó su propia conferencia de prensa en un segundo idioma que no es el suyo (inglés) para solicitar al mundo que les protejan, en el video mencionan:
“Queremos vivir, queremos paz. Queremos comida, medicina y educación. Y queremos vivir como viven los demás niños”.
Sin embargo, tras el asedio, invasión y evacuación del Hospital Al-Shifa que las FDI aseguraban que era controlado por terroristas, las únicas “pruebas” que compartieron en sus redes sociales fueron videos con listas donde supuestamente estaban escritos los nombres de los “terroristas” que custodiaban a los rehenes, aunque poco después se mostró que era un calendario con los días de la semana escritos en árabe; también un video de una mochila con armas dentro de una sala de resonancia magnética (lo cual lo hace de dudosa credibilidad) y otro video más de un sótano con un biberón. Por más increíble que parezca, estos hallazgos son justificación suficiente para asediar un hospital de acuerdo con Israel y las FDI.
Si bien en 21 de noviembre se logró un acuerdo para el alto al fuego y la liberación de 50 rehenes israelíes, el mundo exige hoy para todos los palestinos lo mismo que los mexicanos exigieron una vez para sí mismos, un grito de justicia y equidad: “Tierra y Libertad”.
Jeziret Gallardo
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