El 14 de mayo de 1948 se proclamó la independencia del Estado de Israel, sin embargo, una independencia se trata de la formación o la restauración de un país inmediatamente después de la separación de otro del que formaba parte; así que, más que una independencia, en aquel año se implantó un nuevo Estado sobre un territorio ya habitado: Palestina.
Lo que ha sucedido generalmente en el curso de la historia es que la independencia surge como respuesta al colonialismo; tal como sucedió en México, que estuvo bajo el colonialismo español durante 300 años y, por lo tanto, declaró su independencia de España. Sin embargo, en el caso de Israel, fue exactamente lo opuesto, fue a través del colonialismo que emergió como Estado nacional y decretó su “independencia”, pero ¿independencia de quién?
Cualquier persona mexicana que haya estudiado la historia del país sabe que, tal como señalan algunos especialistas, el colonialismo es una práctica de dominación que implica la subyugación de un pueblo sobre otro, y fue así como lo vivieron nuestros antepasados quienes perdieron sus vidas, sus territorios y sus identidades a manos de los conquistadores españoles. Igualmente sucede desde más de 70 años con los palestinos quienes cada día corren el riesgo de que sus casas sean demolidas, sus tierras confiscadas y sus memorias borradas de la tierra que les vio nacer.
Si bien la fecha oficial que señala la Knesset (nombre del parlamento del Estado de Israel) como el día de la Declaración de Independencia israelí es el 14 de mayo de 1948, los israelíes lo celebran el quinto día del quinto mes del calendario hebreo, que en este año se celebró desde la tarde del 4 de mayo hasta la tarde del 5 de mayo, a esta celebración se le conoce como Yom Ha'atzmaut. Sin embargo, para los palestinos al día que siguió de la “independencia” se recuerda como la Nakba, una palabra árabe que significa “catástrofe”.
Durante la Nakba, los palestinos fueron expulsados de forma violenta y forzosa de su tierra natal, varios de los pueblos fueron completamente arrasados y muchos otros ahora forman parte de Israel y, hasta el día de hoy las familias tienen negado su derecho al retorno, uno de los principales temas en el tintero de este conflicto colonial. Una ciudad palestina famosa que ahora está dentro de Israel es la hermosa ciudad costera de Jaffa, que si ahora la googleas dirá que es un distrito de la ciudad israelí de Tel Aviv.
Jeziret Gallardo, 2012
Tras declarar su “independencia” Israel no quedó conforme con el territorio conquistado y, a través de los años ha llevado a cabo la expansión de sus asentamientos en territorio palestino. Así que, mientras la cantidad de poblados palestinos disminuye debido a la confiscación de sus tierras, la cantidad de asentamientos israelíes en el territorio palestino va en aumento.
Hasta la primera mitad del año 2022 se calcula que hay 670,000 ciudadanos israelíes viviendo en 130 asentamientos y 100 puestos de avanzada construidos ambos de manera ilegal sobre tierras palestinas. El avance de la colonización del de por sí fragmentado territorio palestino es combustible para la violencia. Además, esta realidad sobre el terreno hace que cada vez sea más difícil que Palestina obtenga pleno reconocimiento como un Estado independiente, libre y soberano, que, por supuesto, es lo que Israel busca.
De hecho, Israel ha elaborado planes detallados de ordenamiento territorial y control demográfico para colonizar el territorio palestino –como el Plan Sharon de 1950 o el Plan Allon de 1969— y posee organizaciones que promueven la creación de las colonias (por cierto consideradas ilegales en el Derecho Internacional) y la gestión del presupuesto para desarrollarlas. La organización que cobija a todas las autoridades locales de los Territorios Ocupados Palestinos es el Consejo Yesha fundado en la década de los ochenta y cuyos objetivos estratégicos son:
- Asegurar las fronteras del Estado de Israel.
- Salvaguardar la expansión estratégica israelí entre el Río Jordán y el Mar Mediterráneo (es decir, en el territorio palestino).
- Asegurar el “derecho” de Israel a la tierra mediante el fortalecimiento de las colonias en los territorios ocupados.
Así que, mientras Israel celebra su independencia en este mes, también en mayo recordamos que el colonialismo es por definición violento ya que en mayo de 1948 los palestinos perdieron el 77% de su territorio y cientos de miles se convirtieron en refugiados; entre el 5 y el 21 de mayo del 2021 murieron 250 personas durante la última guerra en Gaza y, apenas ayer 11 de mayo de 2022, el ejército israelí asesinó a la periodista palestino-estadounidense de la famosa cadena de noticias Al Jazeera, Sherine Abu Aqla, quien dedicó su vida a documentar la ocupación israelí. Ni el casco y chaleco antibalas impidieron que recibiera un disparo en el rostro.
Pese a la condena de la comunidad internacional y de organizaciones internacionales de derechos humanos de estos y otros actos perpetrados por el Estado sionista, no hay sanciones ni consecuencias por los crímenes de guerra y el sistema de apartheid que Israel mantiene a través de su ejército y sus instituciones. Mientras en mayo para algunos se celebra la culminación del sueño sionista, para otros es recuerdo de la catástrofe que inició hace 74 años.
Jeziret Gallardo
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