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Sultanes: ¿Por qué ya no pueden usar estos 10 números?

Diez números retirados cuentan una historia con los Sultanes de Monterrey, pero, ¿Sabes por qué fueron retirados?

Créditos: Sultanes de Monterrey
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Si alguna vez has visitado el Palacio Sultán y has notado una serie de números en lo alto del jardín central, quizá te hayas preguntado ¿qué significan?

¿Qué quieren decir los números que se encuentran en el estadio de los Sultanes?

No son simples cifras: representan los números retirados de los Sultanes de Monterrey, dorsales que jamás volverán a utilizarse como homenaje a figuras que marcaron la historia del equipo y del beisbol mexicano.

¿De quiénes son los números retirados de los Sultanes?

Estos números pertenecen a jugadores, managers y directivos que dejaron una huella imborrable.

El número 1 corresponde a José “Pepe” Maiz, presidente del club por más de 20 años y artífice de una era de estabilidad y logros para la organización, respetado en toda la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).

El número 5 es de Daniel “La Coyota” Ríos, un pitcher dominante de las décadas de 1940 y 1950, pieza clave en los primeros títulos del equipo. Fue retirado en 1995 como tributo a su legado en el montículo.

Con el número 7, se honra a Epitacio “La Mala” Torres, fue el primer jugador en llegar a los mil hits en la LMB, figura que jugó casi toda su carrera con los Sultanes y es considerado uno de los más grandes íconos del beisbol nacional.

El número 9 recuerda a Vinicio García, segunda base campeón en 1962, conocido por su entrega, guante seguro y bateo oportuno. Su dorsal fue retirado en 1999.

El número 13 pertenece a Felipe “Clipper” Montemayor, orgullo regiomontano, brillante jardinero y exjugador de Grandes Ligas, consolidado como una leyenda del beisbol mexicano.

Con el número 17 se recuerda a Lázaro Salazar, el manager más importante en la historia del club, estratega que guió a los Sultanes a su primer tricampeonato y es recordado como un genio del dugout.

El número 20 es de Miguel Flores, quien brilló como jugador, capitán, y más tarde como directivo, ganó campeonatos en ambos roles, convirtiéndose en un líder eterno para la organización.

El número 21 rinde homenaje a Héctor Espino, “El Superman de Chihuahua”, leyenda nacional cuyo número fue retirado por toda la LMB. Con Sultanes dejó un sello de grandeza que lo convirtió en parte del orgullo regio.

El número 22 es de Arturo González, gran pitcher de las décadas de 1970 y 1980 que dominó a sus rivales y se ganó el respeto de todo el circuito.

Y aunque no aparece en el estadio de los Sultanes, el número 34 también está retirado en toda la LMB en honor a Fernando “El Toro” Valenzuela, símbolo internacional del beisbol mexicano.

La próxima vez que mires hacia el jardín central del Palacio Sultán, recuerda que ahí viven para siempre las leyendas del orgullo regio.