El terror sobrenatural vuelve a la pantalla grande con “Exorcismo: El Ritual”, una cinta que promete escalofríos desde su premisa. Está basada en lo que muchos consideran el exorcismo más perturbador y documentado en la historia de Estados Unidos. Bajo la dirección de David Midell y con un elenco encabezado por Dan Stevens, Al Pacino, Ashley Greene y Patricia Heaton, la película mezcla el horror con tintes dramáticos y una ambientación que bebe del cine clásico de posesiones.
La historia, ambientada en 1928, sigue al padre Joseph Steiger, un sacerdote reservado de Iowa que, en contra de su voluntad, se ve involucrado en el exorcismo de Emma Schmidt, una mujer de 46 años que durante años vivió atormentada por fenómenos inexplicables: desmayos, rechazo a lo sagrado y una serie de manifestaciones que ni la ciencia ni la psiquiatría pudieron explicar.
Lo que hace que esta cinta destaque de las diferentes películas de exorcismos es su base documental: el caso de Emma Schmidt (registrado por diarios médicos, notas eclesiásticas e incluso recortes de prensa de la época) es uno de los más citados por teólogos y demonólogos. El director aprovecha este trasfondo para tejer una historia que no solo se enfoca en lo sobrenatural, sino también en el drama humano que viven los dos sacerdotes encargados del ritual: uno con dudas de fe y otro con un pasado tormentoso, obligados a enfrentar no solo a una entidad demoníaca, sino a sus propios demonios internos.
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La producción logra una ambientación opresiva en un convento apartado, con una fotografía sombría que refuerza la tensión creciente. La interpretación de Dan Stevens como el padre Steiger aporta humanidad al relato, mientras que Al Pacino, en su papel como el misterioso fraile Theophilus Riesinger, añade peso actoral a una cinta que por momentos recuerda a El Exorcista de William Friedkin, sin dejar de tener su propio sello.
“Exorcismo: El Ritual” acierta al no caer en el exceso de efectos visuales. En su lugar, apuesta por el suspenso psicológico, las actuaciones intensas y una narrativa que plantea preguntas sobre la fe, la cordura y el sufrimiento.
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El clímax de la película, un exorcismo de 72 horas, es tan perturbador como emotivo. Emma, al borde de la muerte espiritual, logra finalmente liberarse al pronunciar el nombre de Dios, en una escena tan simbólica como catártica.
La película, más allá del horror, deja una reflexión sobre los límites de la ciencia, la espiritualidad y la resistencia humana frente al mal. Aunque algunos podrían considerarla densa o demasiado sobria para los estándares del terror moderno, es precisamente esa seriedad la que le da autenticidad y poder narrativo.
"Exorcismo: El Ritual" es una película que se aleja del cliché del cine de horror actual. Ideal para quienes buscan una historia escalofriante con raíces reales, una ejecución sólida y actuaciones que elevan el guion.