En un estado marcado por condiciones geográficas de baja disponibilidad hídrica, el abastecimiento de agua representa un reto cada vez mayor.
Tras la crisis de sequía vivida en 2022, muchas personas se han preguntado: ¿de dónde proviene el agua que usamos diariamente en Nuevo León?
Actualmente, el suministro en la entidad se divide entre fuentes superficiales (60 por ciento) y subterráneas (40 por ciento), según datos de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey.
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¿Cuáles son las principales fuentes superficiales y subterráneas que tiene Nuevo León?
Las principales fuentes superficiales son las presas La Boca, Cerro Prieto y El Cuchillo, que captan agua de lluvias y escurrimientos.
En cuanto a las fuentes subterráneas, el agua se extrae de sistemas como el manantial La Estanzuela, los túneles de Cola de Caballo y San Francisco, así como de pozos profundos ubicados en zonas como Mina y Buenos Aires, entre otros. Este sistema de abastecimiento ha sido fundamental para atender el crecimiento poblacional.
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¿Cuánta agua tiene el estado?
En 2017, el estado tenía un suministro promedio de 12 mil 599 litros por segundo (lps) para una población de alrededor de 5.2 millones de personas.
Para julio de 2025, ese volumen aumentó a 17 mil lps, en línea con una población estimada en más de 6 millones de habitantes.
Además, el número de usuarios también refleja este crecimiento: en 1937, se registraban cerca de 87 mil conexiones; hoy, en 2025, superamos el millón 900 mil usuarios conectados a la red de agua potable.
Estas cifras dejan claro que el uso responsable del agua es indispensable. Las lluvias siguen siendo esenciales para recargar las fuentes naturales, y su aprovechamiento depende de una infraestructura hidráulica cada vez más exigida.
Por ello, las autoridades insisten en fomentar una cultura del cuidado del agua, especialmente en temporadas de calor y baja precipitación.