La muerte de Ozzy Osbourne ha dejado una profunda tristeza en el mundo de la música y entre los amantes del heavy metal y el rock. Su legado como líder en la banda inglesa Black Sabbath y como solista, marcó una huella imborrable tanto en la historia del género como en el corazón de sus fans.
Osbourne falleció a los 76 años por causas que hasta ahora no se han dado a conocer, pues su familia solo informó que “murió rodeado de amor” al lado de sus seres queridos, quienes además solicitaron privacidad.
El también llamado Príncipe de las Tinieblas tuvo la oportunidad de ofrecer un último concierto junto a los miembros originales de Black Sabbath. La despedida se dio el pasado 5 de julio, cuando se presentaron ante 42 mil asistentes en el Estadio Villa Park de Birmingham, Inglaterra.
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El concierto, titulado "Back To The Beginning", marcó su adiós definitivo como grupo y fue un evento que se extendió por más de 10 horas, ya que reunió a varias bandas de rock que también han dejado huella en la historia musical.
Dentro de su legado y su historia en los escenarios, no se puede dejar de lado su paso por México. En Monterrey, Ozzy Osbourne solo se presentó una vez, en 1995, como parte de su gira mundial “Retirement Sucks Tour”, que además significó su regreso a los escenarios.
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Sin embargo, los regios pudieron haberse reencontrado con Ozzy tras 20 años de aquella presentación, pero ese esperado regreso nunca se concretó.
En 2015, el cantante británico anunció una fecha en la sultana del norte para el 18 de agosto en la Arena Monterrey, como parte de su gira "Memoirs Of A Madman", donde estaría acompañado por los californianos de Black Label Society como banda invitada.
Los boletos para este concierto iban de los 479 a los mil 981 pesos. No obstante, los fans se quedaron con las ganas al anunciarse la cancelación del concierto tanto en Monterrey como en la Ciudad de México.
¿La razón? Fue debido a una fractura en el brazo que sufrió su baterista Tommy Clufetos, quien también fue su compañero junto a Black Sabbath.
A Clufetos no le quedó más que seguir las recomendaciones de los médicos y se tomó dos meses libres para su recuperación. Dichas presentaciones en el país no fueron reprogramadas y Ozzy Osbourne no volvió a pisar tierras regias, dejando a sus fans con la ilusión de verlo una vez más en Monterrey.