El clima en Monterrey estará marcado por la presencia de un canal de baja presión ubicado sobre el norte del país, el cual generará condiciones de inestabilidad atmosférica en la región.
Esta situación provocará lluvias puntuales fuertes en diferentes puntos de Nuevo León, además de viento sostenido con velocidades de entre 30 y 40 kilómetros por hora, y rachas que podrían alcanzar hasta los 70 kilómetros por hora en diversas zonas del estado.
La CONAGUA advirtió que estas precipitaciones estarán acompañadas de descargas eléctricas, fuertes rachas de viento y la posible caída de granizo. Además, alertó sobre riesgos asociados como encharcamientos, deslaves, inundaciones y un incremento en los niveles de ríos y arroyos, por lo que exhorta a la población a mantenerse informada y tomar las precauciones necesarias.
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Para mañana, las condiciones meteorológicas apuntan a un cielo parcialmente nublado durante el día.
Se mantiene un 20 por ciento de probabilidad de lluvias, las cuales podrían estar acompañadas de descargas eléctricas, vientos intensos y caída de granizo. Estas condiciones también podrían ocasionar encharcamientos, deslaves e inundaciones, así como aumentos súbitos en cuerpos de agua.
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Durante la mañana del martes se espera un ambiente templado, con una temperatura mínima de 24 grados centígrados. Conforme avance el día, se prevé un ambiente caluroso, alcanzando una temperatura máxima de hasta 34 grados centígrados por la tarde.
Además, se pronostican chubascos acompañados de descargas eléctricas y posible caída de granizo en distintas regiones del estado. Estas lluvias tendrán una intensidad moderada, con acumulaciones estimadas entre 5 y 25 milímetros de agua.
En cuanto al factor viento, se prevé que las ráfagas continúen con velocidades de 30 a 40 kilómetros por hora, alcanzando máximos de entre 50 y 70 kilómetros por hora. La calidad del aire en la zona metropolitana de Monterrey se mantendrá en niveles clasificados como “aceptable”.
Finalmente, para la noche del lunes y el amanecer del martes, se prevé un ambiente templado, con una temperatura mínima que nuevamente alcanzará los 24 grados centígrados.
