Cuando pensamos en volcanes, a todos nos vienen a la mente montañas cónicas que arrojan vapor y material incandescente por su cima y si alguna vez te has preguntado si en Nuevo León hay volcanes dormidos sigue leyendo, esto te interesa.
Para los mexicanos, las imágenes usuales de volcanes son las del Popo, el volcán de Colima o el Paricutín.
El origen de los volcanes está íntimamente ligado a la interacción entre las placas tectónicas en que se divide la litósfera terrestre, que es la capa sólida y rígida más externa del planeta.
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Los tres volcanes mexicanos mencionados antes tienen algo en común: todos ellos están ubicados dentro de una cadena de montañas, algunas de forma cónica y otras no tanto, que se extiende en dirección Este a Oeste, desde la costa del Pacífico hasta el Golfo de México y que llamamos el Eje Neovolcánico.
¿Hay volcanes en Nuevo León?
A diferencia de otros estados del país, Nuevo León no cuenta con volcanes activos, ni está catalogado ningún volcán dormido o extinto dentro de su territorio según lo dio a conocer el Servicio Geológico Mexicano.
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Las montañas más icónicas de la entidad, como el Cerro de la Silla, el Cerro del Topo Chico o la Sierra del Fraile, tienen origen sedimentario, metamórfico o, en su caso, restos de rocas de procesos geológicos muy antiguos, pero no corresponden a edificaciones volcánicas
Aunque a lo largo de la Sierra Madre Oriental y en regiones aledañas sí se registran formaciones volcánicas (por ejemplo, en Coahuila o Tamaulipas), en el catálogo nacional de volcanes no aparece ninguna entrada para Nuevo León, lo que confirma la ausencia de conos, chimeneas o flujos de lava reconocidos oficialmente en la entidad.