HISTORIA

Cerro del Topo Chico: ¿por qué se decía que sus aguas termales tenían poderes curativos?

Este enigmático lugar, ubicado al norte de la Zona Metropolitana de Monterrey, en los límites de Escobedo y San Nicolás de los Garza, es conocido por una leyenda que lo señala como un posible "volcán dormido".

Las aguas termales del Cerro del Topo Chico han gozado de fama a lo largo de la historia.
Las aguas termales del Cerro del Topo Chico han gozado de fama a lo largo de la historia.Créditos: atlasmateriaprima.net/ Canva
Escrito en NUEVO LEÓN el

Monterrey y el resto del área metropolitana se caracteriza por sus montañas que rodean sus bellos paisajes, uno de los más característicos es el Cerro del Topo Chico, el cual encierra numerosas leyendas y mitos, aquí te presentamos las más conocidas.

Con una altura de 1 mil 175 metros y una formación que data del periodo Mesozoico, en la era del Cretácico Inferior, el cerro del Topo Chico es una montaña de origen sedimentario, compuesta principalmente por piedra caliza.

Este enigmático lugar, ubicado al norte de la Zona Metropolitana de Monterrey, en los límites de Escobedo y San Nicolás de los Garza, es conocido por una leyenda que lo señala como un posible "volcán dormido".

¿Las aguas del Cerro del Topo Chico tienen poderes curativos?

Uno de los mayores atractivos del Cerro del Topo Chico son sus aguas termales, conocidas desde la época prehispánica por sus supuestas propiedades curativas.

Según una leyenda azteca, la hija del emperador Moctezuma, Ilhuicamina cayó gravemente enferma, y tras agotar todas las opciones para sanarla, un sacerdote indicó que en una región al norte de Tenochtitlán existían unas aguas con propiedades curativas.

Moctezuma envió una expedición para llevar a su hija al lugar, y tras varias semanas de baños en las aguas del manantial del Topo Chico, la princesa sanó completamente.

A lo largo de la historia, las propiedades curativas de estas aguas también ganaron notoriedad en Estados Unidos, especialmente durante la Invasión Estadounidense a México, cuando soldados norteamericanos acudían con frecuencia a este sitio en busca de alivio para sus dolencias.

El enigma del volcán dormido

Quizás el mito más intrigante relacionado con el Cerro del Topo Chico es el que lo identifica como un "volcán dormido". Esta creencia popular ha persistido debido a su forma de domo, la presencia de aguas termales y minerales, y las numerosas grietas que se encuentran en su estructura, que permiten la filtración de aire y agua tras las lluvias.

Estas características han llevado a muchos a especular sobre una posible actividad volcánica subterránea.

Sin embargo, estudios geológicos han descartado completamente esta hipótesis. Al tratarse de una formación de piedra caliza, propia de montañas sedimentarias, no existen indicios de que el Topo Chico sea un volcán o que en su interior haya depósitos de lava.

Las grietas y cavernas que se encuentran en la montaña son simplemente consecuencia de la erosión y otros procesos naturales, que refuerzan la idea de que se trata de un "falso volcán".

En su interior, se han encontrado importantes fósiles marinos, lo que le ha dado relevancia en el ámbito de la paleontología mexicana.

La preservación de su biodiversidad y patrimonio geológico llevó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a declararlo "área natural protegida" en el año 2000.