Si alguna vez de niño pediste que te empujaran “más alto” en un columpio, esta aventura está hecha para ti. A tan solo 40 minutos de Monterrey, el Parque Ecoturístico Cola de Caballo, en Santiago, Nuevo León, alberga el vuelo de péndulo, una actividad extrema que te balancea desde una altura de 30 metros.
¿Qué es el vuelo de péndulo?
Se trata de una experiencia de caída libre controlada, donde los participantes son sujetos con arnés y lanzados desde una plataforma, oscilando como un columpio gigante. Es una de las formas más intensas de experimentar la gravedad, el vértigo y la adrenalina al mismo tiempo.
¿En que horario esta disponible el Péndulo?
La actividad está disponible sábados y domingos de 10:00 AM a 5:00 PM durante todo el año, en el marco de los horarios del parque.
¿Cuánto cuesta subirse al Péndulo?
El precio general es de $450 pesos por persona, aunque hay un descuento especial de $405 pesos si se adquiere el boleto con al menos dos días de anticipación a través de su sitio web.
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Una de las ventajas de esta aventura es que no se requiere reservación. Puedes llegar directamente al parque, comprar tu entrada en taquilla y prepararte para saltar.
Recomendaciones para el salto
Para disfrutar al máximo el vuelo de péndulo, se recomienda:
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- Vestir ropa cómoda y ajustada
- Usar tenis o calzado cerrado
- Evitar llevar mochilas, bolsas o artículos sueltos
¿Quiénes no pueden participar?
Por seguridad, hay algunas restricciones importantes:
- Mujeres embarazadas
- Personas con problemas cardíacos, pulmonares o en la columna
- Quienes hayan sufrido fracturas u operaciones recientes
- Personas con peso inferior a 40 kg o superior a 110 kg
- Personas bajo el efecto de alcohol, drogas o ciertos medicamentos
- Menores de edad sin acompañamiento de un padre o tutor
¿Y si no tienes cómo llegar?
Si no cuentas con transporte, puedes solicitar el servicio desde Monterrey con costo adicional. Este se coordina directamente con la empresa IBO, encargada del traslado para los aventureros que quieran vivir esta experiencia sin preocuparse por el camino.