La calidad del aire en el Área Metropolitana de Monterrey sigue siendo una preocupación creciente, especialmente para las mujeres embarazadas, quienes pueden sufrir graves consecuencias debido a la exposición a contaminantes como las partículas PM10.
Ante el deterioro continuo de la calidad del aire, la Procuraduría Estatal de Medio Ambiente ha intensificado sus operativos de inspección y vigilancia para mitigar la contaminación.
Sin embargo, la situación se complica por la falta de atención por parte de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien, a pesar de su reciente visita a la entidad, no abordó este grave problema.
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El 18 de febrero de 2025, la Secretaría de Medio Ambiente de Nuevo León emitió un alerta sobre el incremento de partículas contaminantes en el aire, derivado de condiciones meteorológicas adversas como fuertes vientos y baja altura de la capa de mezcla.
Esta situación ha provocado que las autoridades locales tomen medidas más estrictas, aumentando las inspecciones a fuentes fijas de contaminación como industrias y construcciones.
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De acuerdo con el reporte de la Procuraduría, se realizaron 60 recorridos de inspección, 28 visitas a empresas y sitios emisores, 11 suspensiones a industrias contaminantes y la atención de 12 incendios detectados. Además, se suspendieron actividades de empresas dedicadas a la fabricación de mezclas asfálticas y bloques de concreto, cuyos procesos son conocidos por generar altos niveles de contaminación.
¿Cómo afecta la contaminación a las mujeres embarazadas?
Para las mujeres embarazadas, la exposición prolongada a la contaminación puede aumentar el riesgo de complicaciones durante el embarazo, como:
- Parto prematuro y bajo peso al nacer: Estudios han demostrado que la exposición a altos niveles de contaminación durante el embarazo puede aumentar el riesgo de parto prematuro y de que el bebé nazca con bajo peso. Esto puede derivar en problemas de salud a largo plazo para el recién nacido, como dificultades respiratorias y un sistema inmunológico debilitado.
- Problemas respiratorios y cardiovasculares: La exposición a contaminantes puede afectar la salud respiratoria de la madre y el bebé. Las mujeres embarazadas que respiran aire contaminado pueden experimentar dificultades respiratorias, asma y otros problemas pulmonares, lo que puede poner en riesgo tanto su bienestar como el del feto.
- Trastornos en el desarrollo fetal: Los contaminantes del aire pueden interferir con el desarrollo normal del feto. Las partículas finas y otros agentes contaminantes pueden atravesar la placenta y afectar al bebé, lo que podría causar retrasos en el desarrollo neurológico y otras anomalías.
- Pre-eclampsia: La contaminación también está asociada con un mayor riesgo de pre-eclampsia, una complicación del embarazo caracterizada por hipertensión y daño a los órganos, especialmente los riñones. Esta condición puede ser peligrosa tanto para la madre como para el bebé.
- Aumento de riesgos de enfermedades crónicas en los niños: Los niños nacidos de madres expuestas a altos niveles de contaminación pueden tener un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, como problemas respiratorios, asma y dificultades cognitivas.
El impacto de la contaminación no solo afecta a las mujeres embarazadas, sino que es un problema de salud pública que debe ser atendido de manera urgente para evitar daños irreparables a la salud de las futuras generaciones.