Si Gokú, el protagonista de Dragon Ball, hubiera nacido en Monterrey, seguramente su personalidad y estilo de vida tendrían un fuerte sabor regio; descubre como se adaptaría a las costumbres y tradiciones del norte del país.
¿Cómo se vería físicamente?
En lugar de su clásico traje naranja de entrenamiento, Gokú regio seguramente vestiría una camiseta de los Tigres o los Rayados, dependiendo de a qué equipo le fuera más fiel. Complementaría su atuendo con jeans de mezclilla y botas vaqueras o, en su defecto, unos tenis cómodos para ir a entrenar al Cerro de la Silla, donde perfeccionaría sus técnicas con vistas panorámicas de la ciudad.
Y, por supuesto, hablaría con un marcado acento regio, soltando expresiones como "¡Hombre, compadre!" o "¡Ah, qué gacho!" cuando se sorprendiera con el poder de sus rivales.
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Un amante de la carne asada y la comida norteña
Como buen regiomontano, Gokú no podría resistirse a una buena carne asada. En lugar de pedir toneladas de arroz y pescado como en Japón, se le vería devorando kilos de arrachera, chorizo y costillas, acompañadas de tortillas de harina y un buen chicharrón de la Ramos.
Los fines de semana sería el clásico amigo que nunca dice que no a una reunión, siempre y cuando haya comida. Además, con su apetito insaciable, seguramente se haría famoso en los restaurantes de la ciudad por pedir "la parrillada más grande que tengan".
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¿A donde iría?
Si tuviera que enfrentarse a un enemigo en Monterrey, probablemente la batalla final sería en la Macroplaza, con un Kamehameha iluminando el Faro del Comercio, mientras la gente se reúne alrededor para ver el espectáculo.
Y quién sabe, quizá hasta se volvería imagen de algún asador regio, con la frase: "Entrena fuerte, come mejor y nunca digas que no a una carne asada, ¡eso es ser un verdadero Saiyajin!"