Tras la construcción de la Torre Rise en Monterrey que promete tener una tirolesa dentro de sus instalaciones, el interés por las edificaciones más altas de Nuevo León volvió a colocarse en la agenda pública.
La llegada de nuevos proyectos confirmó que la disputa entre Monterrey y San Pedro por tener los rascacielos más altos, continúa más activa que nunca, con torres que superan los 150 metros y transforman por completo el panorama urbano regio.
Aunque San Pedro mantiene ventaja con la mayor cantidad de inmuebles altos ya concluidos, las obras en proceso dentro de Monterrey adelantan un cambio significativo en el liderazgo. La demanda de complejos verticales ha impulsado desarrollos que buscan convertirse en nuevas referencias arquitectónicas a nivel nacional.
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T.OP, Torre Obispado 1
Actualmente, la estructura más alta del estado es T.OP (Torre Obispado 1), ubicada en Monterrey sobre la avenida Constitución, con 305 metros de altura y 62 pisos, posicionándose como un referente dentro del norte del país y el más alto de toda latinoamérica.
Torre KOI
A esta se suma la Torre KOI, localizada en la zona de Valle de Oriente, en San Pedro, con 279 metros y 65 niveles, una de las construcciones más reconocidas del municipio.
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Hotel SAFI Metropolitan
También ubicado en Valle Oriente, el listado se completa con el Hotel SAFI Metropolitan, que alcanza 233 metros y 56 pisos. El complejo se ha consolidado como uno de los desarrollos más emblemáticos y exclusivos de la zona, integrado por tres torres que albergan oficinas y un hotel.
Especialistas en la materia muestran que ambas ciudades aportan su propio peso a la expansión inmobiliaria. Monterrey suma seis torres –cuatro por construir– arriba de los 150 metros, mientras que San Pedro cuenta con ocho, liderando por ahora tanto en metros totales como en niveles acumulados entre sus edificios.
Sin embargo, las proyecciones indican que la tendencia se invertirá. Monterrey tiene cuatro torres de gran altura en proceso, que añadirán mil 111 metros y 248 pisos al panorama urbano del estado.
Entre ellas destaca Rise, que por sí sola aportará una cifra considerable de metros y niveles. San Pedro integra dos obras en construcción que continuarán reforzando su presencia, aunque en menor proporción respecto a las que se levantan en la capital regiomontana.
El crecimiento vertical ha redefinido la identidad arquitectónica de Nuevo León, donde los nuevos complejos combinan vivienda, oficinas, hotelería y espacios públicos dentro de diseños que buscan ser puntos de referencia para turistas e inversionistas. La suma de proyectos terminó por posicionar a la metrópoli regia como un espacio de innovación que compite con otras ciudades globales que apuestan por la densificación y los rascacielos como parte de su desarrollo.