Un estudio publicado en abril de 2025 por El Colegio de México, titulado “Nuevas fronteras en el reclutamiento digital”, documentó cómo grupos delictivos han trasladado sus tácticas de captación a plataformas como TikTok, Facebook, Twitter y también a videojuegos como Roblox. El análisis revela que el crimen organizado está utilizando estas aplicaciones para contactar a jóvenes mediante ofertas falsas, propaganda y símbolos diseñados para crear identidad y pertenencia.
La investigación analizó más de 100 cuentas activas en México vinculadas con reclutamiento criminal, venta de armas, explotación y difusión de contenido violento.
¿Cómo recluta la delincuencia a jóvenes en redes sociales?
El estudio detectó más de un centenar de cuentas en TikTok que operaban bajo una misma lógica: captar la atención de adolescentes mediante contenido atractivo y aparente “normalidad”. Entre las principales tácticas se encontraron:
Te podría interesar
- Falsas ofertas laborales, que prometían hospedaje, pagos semanales y capacitación.
- Mensajes dirigidos a jóvenes y mujeres, incluidos supuestos apoyos a “madres solteras” y “estudiantes”.
- Promoción de pertenencia, a través de símbolos, música viral (generalmente música norteña, corridos, corridos tumbados o hip-hop) y lenguaje aspiracional.
- Interacción directa, invitando a enviar mensajes privados para obtener más información.
Estas cuentas operan sin necesidad de contacto previo, aprovechando algoritmos que exponen contenido a usuarios jóvenes.
¿Qué emojis y códigos usan los grupos criminales?
La investigación identificó un sistema de símbolos que funciona como lenguaje interno. Los más frecuentes fueron:
Te podría interesar
- Gallo: vinculado al apodo del líder de un cártel.
- NG: usado junto al número 4 como referencia a “Nueva Generación”.
- Pizza: relacionado con una facción de un cártel de Sinaloa, donde aparece tras “ch” para formar “chapizza”.
Estos emojis aparecían tanto en videos como en descripciones, facilitando la identificación entre reclutadores y seguidores.
Una de las revelaciones más sensibles del estudio es que, además de las redes sociales tradicionales, una facción criminal ha utilizado Roblox para difundir propaganda y crear espacios digitales dirigidos específicamente a menores. A través de “equipos” o mundos virtuales, se compartían mensajes que promovían identidad y pertenencia hacia ciertos grupos.
