El conflicto legal entre Adalina Dávalos y su exesposo, el exgobernador de Nuevo León Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, tomó un giro más profundo luego de que ella difundiera un comunicado público en el que aseguró que sus señalamientos no se limitan a una disputa por una vivienda en García, sino a un contexto mayor de violencia, abandono y responsabilidades familiares incumplidas.
El caso se hizo público después de que ambas partes presentaran denuncias ante la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León por presuntos hechos de amenazas, despojo y privación del acceso a la propiedad. La disputa principal involucra una casa ubicada en el centro de García y versiones encontradas sobre lo ocurrido la noche del 2 de noviembre.
De acuerdo con la denuncia de Dávalos, ese día regresó con sus hijos a la vivienda tras acudir a un evento en Coahuila donde acompañaron a Rodríguez. Al llegar al inmueble, el exmandatario habría reaccionado con amenazas y acudido acompañado de escoltas, presuntamente bajo los efectos del alcohol. En el altercado, la hermana de Dávalos fue agredida en un brazo cuando intentaba grabar la situación. Rodríguez se retiró del lugar luego de que se llamara al 911.
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¿Qué dice Jaime Rodríguez Calderón?
Por su parte, “El Bronco” declaró que existía un acuerdo posterior al divorcio que le otorgaba el derecho a habitar esa casa, mientras su exesposa e hijos permanecerían en un departamento en Monterrey. Aseguró que fue despojado del domicilio, donde tenía dinero, documentos y pertenencias, y afirmó seguir cumpliendo con los gastos de sus hijos.
Mientras la Fiscalía continúa con las investigaciones sin reportar hasta ahora detenciones o aseguramientos, Adalina Dávalos decidió hacer público un posicionamiento para aclarar su versión.
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En su mensaje, afirmó que este caso “no es una pelea por una casa, sino un acto de dignidad y protección hacia mis hijos”, señalando que durante años vivió conductas de violencia, control y desvalorización.
“Reducir esta situación a una disputa material borra el contexto de abandono y violencia”, expresó, destacando que su decisión de hablar responde a la búsqueda de verdad, respeto y un cierre digno para su historia familiar.
El proceso legal permanece abierto mientras la Fiscalía analiza ambas versiones.