Las auroras boreales en Nuevo León se convirtieron recientemente en tema de asombro para los regiomontanos, luego de que los cielos se iluminaran con tonos rojizos por efecto de una intensa actividad solar.
Sin embargo, presenciar este fenómeno en la ciudad de Monterrey no es tan sencillo, y la principal razón está en la intensa contaminación lumínica que domina el área metropolitana.
Aunque las recientes llamaradas solares aumentan las probabilidades de que las auroras se repitan, la mayoría de los habitantes difícilmente podrán apreciarlas desde la ciudad debido al brillo constante que emiten las luces artificiales en la urbe regia.
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Este resplandor urbano genera una barrera visual que impide observar la mayoría de los fenómenos astronómicos, incluyendo el espectáculo natural de las auroras boreales.
De acuerdo con especialistas, Monterrey cuenta con zonas rurales y montañosas donde las condiciones son más favorables para la observación, ya que la iluminación artificial es mínima y el cielo conserva su oscuridad natural. En cambio, el paisaje nocturno citadino refleja una contaminación lumínica tan intensa que incluso las estrellas más brillantes pasan desapercibidas.
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El fenómeno registrado ayer sobre la carretera a Icamole, en García, fue consecuencia directa de llamaradas solares que alcanzaron la atmósfera terrestre, generando un espectáculo inusual para esta latitud.
Aunque podría repetirse durante el fin de semana, solo quienes se alejen de la mancha urbana tendrán la oportunidad de admirarlo en su máximo esplendor.
Además, no es la primera vez que ocurre, pues en octubre de 2024 se registró un fenómeno similar y las auroras sólo pudieron observarse desde el Observatorio Astronómico de la UANL, ubicado en el municipio de Iturbide.
Mientras los astrónomos monitorean la evolución del clima espacial, la ciudad enfrenta un recordatorio claro: el exceso de luz artificial no solo afecta el descanso o la energía eléctrica, también nos roba la posibilidad de mirar al cielo y ser testigos de eventos naturales extraordinarios como las auroras boreales en García.
