Mauricio Fernández Garza fue recordado en el Congreso Local con la entrega póstuma de la Medalla de Honor que lleva su nombre.
El reconocimiento fue recibido por sus hijos Vanesa, Antón, Alana, Maximiliano y Milarca Fernández, tras su fallecimiento el pasado 23 de septiembre, como un homenaje a su legado en la cultura, filantropía, paleontología y el impulso a las artes en San Pedro y en el estado.
La distinción, aprobada por los diputados una semana antes de su muerte, estaba originalmente destinada a ser entregada en vida, pero se convirtió en un acto de homenaje póstumo que reunió a su familia, autoridades municipales y representantes del Congreso Estatal.
Te podría interesar
La presea busca reconocer a figuras que han contribuido al desarrollo de Nuevo León en ámbitos como la ciencia, la historia, el arte y la innovación.
