Durante una entrevista con Jessie Cervantes en Exa FM, el comediante Brincos Dieras habló sobre el origen de su característico estilo de humor, considerado por muchos como fuerte y sin filtros.
Cuando el conductor le preguntó cómo logra hacer “shows tan fuertes y no morir en el intento”, el payaso regiomontano explicó que su forma de interactuar con el público tiene raíces en su etapa como animador infantil, donde ya mostraba un carácter provocador y directo.
“Así inicié. Esto no es que Brincos sea muy cargado con la gente; yo ya era así desde los shows infantiles. Obviamente no decía maldiciones, pero era muy carrilla con los niños”, recordó el comediante.
Te podría interesar
Brincos Dieras relató que, en aquella época, organizaba concursos con niños en los que hacía bromas espontáneas y observaciones que hoy serían vistas como inapropiadas.
“Si en esos años hubieran existido redes sociales, me hubieran vetado”, comentó entre risas.
Te podría interesar
El payaso explicó que su comedia se fue moldeando gracias al contacto con el público y a las recomendaciones de boca en boca, antes de que existieran las plataformas digitales.
“Los papás decían: ‘vino un payaso bien pasado, pero bien divertido’, y así empezó todo”, contó.
Brincos Dieras también aseguró que, a pesar de su tono irreverente, nunca ha tenido problemas por sus chistes, pues evita hablar de religión o política.
“Lo mío es puro desmadre y carro. No toco temas de iglesia ni de política. No soy un payaso de contar chistes, lo mío es lo que veo con el público”, explicó.
Recordó casos de otros comediantes que han sido señalados por su humor, como Platanito Show, quien fue duramente criticado por algunos de sus chistes.
El comediante explicó que su show tiene una estructura base, aunque gran parte de su éxito radica en la interacción con el público y la improvisación.
“Tengo mis historias y rutinas de comedia, pero lo que más disfruto es lo que surge ahí, en el momento. La gente me lo exige”, añadió.
Brincos Dieras aseguró que sus rutinas están inspiradas en situaciones cotidianas, especialmente en la familia y las relaciones de pareja.