El caso del accidente aéreo en el que perdió la vida la conductora de noticias Débora Estrella sigue generando nuevas revelaciones.
De acuerdo con medios locales, el piloto de la avioneta Cessna 150, identificado como Bryan Ballesteros Argueta, habría dado positivo a consumo de alcohol y mariguana en los exámenes toxicológicos que le practicó la Fiscalía General de Justicia.
Según las fuentes consultadas, señalaron que no se precisó la cantidad exacta de sustancias encontradas ni se confirmó que estas fueran la causa directa del siniestro. Por otra parte, se informó que a la conductora no se le detectaron rastros de ningún tipo de droga o alcohol en su organismo.
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Ballesteros, quien también se desempeñaba como instructor de aviación, habría trabajado previamente como piloto comercial en Viva Aerobús, de donde fue dado de baja presuntamente por problemas relacionados con el alcohol.
El día del accidente, ocurrido el 20 de septiembre, el piloto y Débora Estrella abordaron la aeronave en el Aeropuerto del Norte, como parte de una clase práctica de vuelo.
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Según el relato de una fuente cercana a la investigación, en un primer intento de despegue el piloto notificó a la Torre de Control que regresaría a la pista, incluso descendió de la avioneta para buscar otra aeronave, pero al no encontrar una disponible, volvió al Cessna y finalmente despegó con la conductora.
Este detalle será revisado por la Dirección General de Aeronáutica Civil, única autoridad que puede solicitar las grabaciones de la Torre de Control, con el fin de esclarecer por qué se presentó esa maniobra inusual antes del despegue.
La Fiscalía estatal tiene previsto cerrar pronto su carpeta de investigación y remitirla a la Fiscalía General de la República (FGR).
Una vez con el dictamen, la FGR analizará distintas hipótesis, entre ellas la posibilidad de que el Cessna volara de manera indebida por debajo de la trayectoria de un helicóptero, lo que habría generado turbulencia conocida como prop wash, ocasionando la pérdida de control de la aeronave.
La avioneta, pertenecía al Centro de Estudios Aeronáuticos de Mazatlán (CEAM), institución con presencia en Monterrey y Torreón.
El caso permanece abierto y las autoridades esperan concluir en las próximas semanas si el presunto consumo de sustancias, las maniobras de vuelo o factores externos estuvieron relacionados con la tragedia que cobró la vida de Débora Estrella y Bryan Ballesteros.