Fundada tres veces, Monterrey es una de las ciudades no solo más importantes de todo México, sino también de las más productivas y bellas a la que se le llama La Ciudad de las Montañas y La Capital Industrial de México, pero también es reconocida internacionalmente por esta poderosa razón como La Sultana del Norte.
Si eres regiomontano seguramente ya lo debes saber, pero si no aquí te decimos la razón por la que a Monterrey se le conoce internacionalmente como La Sultana del Norte, luego de que empezó a escribir su historia en la época prehispánica hasta convertirse en La Capital Industrial de México.
Monterrey, la ciudad tres veces fundada
Ah, pero antes de ser llamada La Sultana del Norte por esta razón, Monterrey fue fundada en tres ocasiones: La primera fue en 1577, cuando se establecieron dos asentamientos que no progresaron y el sacerdote portugués Alberto del Canto le puso nombre. Después, Luis Carvajal y de la Cueva fue el primer colonizador de esta ciudad en 1582 con el asentamiento denominado San Luis Rey de Francia.
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No obstante, la fundación definitiva se dio años más tarde, en 1596, cuando don Diego de Montemayor le puso el nombre de Ciudad Metropolitana de Nuestra señora de Monterrey en honor al Virrey de la Nueva España, que también era conocido como conde de Galicia Don Gaspar de Zúñiga y Acevedo.
Por esto le dicen La Sultana del Norte a Monterrey
La Sultana del Norte es como es también reconocida internacionalmente Monterrey por su belleza y crecimiento industrial, además de que su descripción está relacionada con la influencia árabe en España, donde en el año 711 grupos musulmanes del oriente y norte de África derrotaron al rey visigodo don Rodrigo e iniciaron la dominación árabe de la Península Ibérica, la cual se extendió ocho siglos hasta 1492.
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En esos periodos, 20 sultanes gobernaban y sus esposas, las sultanas, eran mujeres de gran belleza y refinamiento, por lo que dicho término se convirtió en sinónimo de belleza y encanto para describir ciudades. La Real Academia Española invitó a José María Ignacio Montes de Oca a pronunciar el elogio fúnebre de Miguel de Cervantes con motivo del tercer centenario de Don Quijote de la Mancha, quien al ver el progreso comercial e industrial de Monterrey dijo que estaba llamada a convertirse en “La Sultana del Norte”.