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Olor a gas en NL: ¿Quiénes son los más vulnerables a la exposición?

Ayer se informó que el olor a gas percibido en la ciudad era dióxido de azufre, pero, ¿sabías que ciertos sectores de la población son más susceptibles a sufrir efectos adversos en su salud?

El dióxido de azufre, liberado desde una planta industrial, ha generado preocupación en Monterrey.
El dióxido de azufre, liberado desde una planta industrial, ha generado preocupación en Monterrey.Créditos: Canva
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El día de ayer habitantes del área metropolitana de Monterrey reportaron un fuerte olor a gas que se esparció por diversas colonias. 

Horas después, la Secretaría de Medio Ambiente Estatal determinó que esta emanación fue causada por la liberación de dióxido de azufre (SO2) desde una planta industrial ubicada en la entidad.

Esto generó inquietudes y preguntas sobre qué inhalaron los regiomontanos y si este gas podría afectar a sectores vulnerables.

Es importante resaltar que este gas se utiliza en diversos procesos industriales y aunque las concentraciones sean bajas en sus actividades, la exposición a niveles altos puede representar un riesgo para la salud. 

El dióxido de azufre puede ser especialmente perjudicial para ciertos grupos vulnerables, que son más sensibles a sus efectos, especialmente cuando se inhala durante períodos prolongados.

  • Personas con enfermedades pulmonares

Este sector poblacional que sufre asma, bronquitis crónica o enfisema, pueden tener efectos en la salud más graves si están expuestos a niveles altos de SO2.

  • Niños

Debido a que sus pulmones aún se encuentran en desarrollo, los niños son más propensos a sufrir asma, condición que puede empeorar con la exposición a este químico. 

  • Adultos mayores

Debido a la edad avanzada, ellos pueden llegar a tener enfermedades pulmonares o cardiovasculares preexistentes, y al estar expuestos, pueden verse afectados.

  • Personas activas

Este grupo incluye a individuos de cualquier edad, pero aquellos que realizan ejercicio o trabajan al aire libre. 

A diferencia de aquellos que permanecen en espacios cerrados, las personas activas están más expuestas a los riesgos del dióxido de azufre debido a su contacto frecuente con el aire exterior.