Nuevo León ha tenido constantes sismos en pequeñas escalas y aunque haya quienes crean que esto no sea posible, los expertos señalan que el estado suele tener movimientos telúricos en ciertas zonas, algunos de estos casi imperceptibles.
De acuerdo con información de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), las zonas en donde ocurre mayor actividad sísmica es en aquellas que se encuentran en la curvatura de Monterrey, es decir en la zona compuesta por las montañas de la Sierra Madre Oriental.
En esta curvatura, se localizan los municipios de Santiago, Ciénega de Flores y García en donde suele presentarse mayor actividad sísmica.
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Además, la región citrícola en donde se encuentran los municipios de China, Los Ramones, General Terán y Montemorelos también se tiene mayor probabilidad de sismos.
En 2024 hubo un total de 45 sismos en Nuevo León, registrados por el Servicio Sismológico Nacional que se encarga de dar a conocer la actividad sísmica en el país.
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A pesar de que la mayoría de los sismos se registran en la entidad son de entre 3 a 4 grados, en Nuevo León existe la posibilidad que se pueda tener un sismo de hasta 6.2 grados, por lo que expertos incluso advierten de la fuerza que este tenga, ya que el estado no tiene la infraestructura idónea ni la capacitación adecuada en la ciudadanía para hacerles frente, a diferencia de Ciudad de México, en donde sí se realizan simulacros y existen normas para la construcción de edificios.