A raíz de las constantes lluvias que han afectado a la región de Nuevo León en los últimos meses, las principales presas del estado han registrado niveles históricamente altos.
Según el informe más reciente de la Oficina de Cuenca del Río Bravo (OCRB) y la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), los niveles de almacenamiento en tres de las presas más importantes de la entidad han alcanzado porcentajes críticos.
Niveles de almacenamiento
La presa La Boca, ubicada en el municipio de Santiago, registra un nivel de almacenamiento del 108.60 por ciento, superando el Nivel de Aguas Máximas Ordinarias (NAMO) establecido para la temporada de lluvias. Actualmente, su capacidad se encuentra en 38.01 millones de metros cúbicos (Mm³), lo que indica una saturación de su estructura.
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Por su parte, la presa Cerro Prieto, que abastece gran parte de la zona metropolitana de Monterrey, presenta un nivel del 110.31 por ciento, con un almacenamiento de 330.93 Mm³. Esta situación genera alerta, ya que cualquier precipitación adicional podría provocar desbordamientos y un aumento en las medidas de prevención.
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Finalmente, la presa El Cuchillo, con una capacidad de 1059.79 Mm³, se mantiene al 94.36 por ciento de su capacidad total. Aunque no ha superado el umbral de riesgo, sigue siendo monitoreada de cerca por las autoridades debido a su importancia como principal fuente de abastecimiento de agua para la capital del estado.
¿Pueden desbordarse las presas?
A pesar de que el exceso de agua en las presas ha aliviado el problema de sequía en la región, las autoridades recomiendan mantener la vigilancia y estar atentos a cualquier aviso de Protección Civil, ya que las condiciones meteorológicas en los próximos días podrían provocar un aumento en los niveles de almacenamiento, particularmente en las presas que ya han superado su límite de seguridad.
El pronóstico a corto plazo también señala la llegada de nuevos frentes fríos, lo que podría contribuir a nuevas lluvias en la región y aumentar aún más los niveles de las presas. Por lo tanto, es vital que la población permanezca informada sobre el estado de los cuerpos de agua y las posibles acciones preventivas que las autoridades puedan tomar en caso de emergencias climáticas.